Por un momento, él no habló. No era que no pudiera darle la respuesta que ella buscaba, sino que estaba digiriendo todo lo que ella había dicho. Holea acababa de dejarle mucha información a sus pies.
Si ella no le hubiera dicho esto, él dudaba de que hubiera notado la relación agridulce entre Alix y el piano. De hecho, si lograban llegar a un feliz primer año de matrimonio, su plan era comprarle uno de los pianos más caros del mundo como regalo.
Dirigió su mirada hacia Holea, con los ojos muy especulativos. Tal vez tenerla en su oído no estaría tan mal. Podría ser más confiable que Jin Kang.
Mirándola con seriedad en sus ojos y voz. Caishen respondió, "Tienes mi palabra."
—Tienes mi palabra.
—Gracias —asintió Holea, giró sobre su talón y se alejó tan tranquila como había estado cuando se le acercó.
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