Llueven pollos del cielo.

Quince minutos después, Alix y Pang Jin De estaban en las líneas laterales, gritando palabras de ánimo a So Mi. Ya llevaban veintisiete minutos en el tiempo asignado para completar la tarea y eran uno de los dos equipos que estaban cerca de terminar.

—Abajo, abajo, abajo —cantaba Alix.

—Pequeña mujer maravilla, esta es tu segunda advertencia —anunció el director.

Alix sacó la lengua y se rió. Pensaba que estaba siendo sutil al darle indicaciones a So Mi. Inicialmente, le había dado abiertamente cinco pistas antes de que el director le diera una primera advertencia.

Pensó que si tal vez era sigilosa al respecto, él no lo notaría.

—Cálmate, ya casi llega —le dijo Pang Ji De.