Trato diferencial, justo y equitativo

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Las ocho.

Los demás estudiantes en la sala de conferencias comenzaron a empacar sus pertenencias de mala gana, sus rostros llenos de desánimo al salir; era obvio que los problemas dejados atrás hoy eran demasiado difíciles, y media hora no había sido suficiente ni siquiera para esbozar el diagrama de la primera subpregunta.

Tan pronto como el reloj marcó la hora, Ning Xiao empacó sus cosas y se giró para mirar a Bai Lian.

Bai Lian había encontrado la curva de dispersión en el cuaderno de Jiang Fulai y había descubierto el ángulo mínimo de desviación.

Ella colocó metódicamente el capuchón del bolígrafo, los libros y el cuaderno en orden.

Ning Xiao bajó la cabeza, sus dedos pálidos temblaban, aparentemente con el impulso de ayudarla a organizarse de inmediato.

Los dos salieron uno tras otro y Tang Ming también levantó la cabeza de ese problema. Empacó rápidamente un montón de cosas desordenadas y elevó un poco la voz:

—Vayan ustedes adelante, enseguida los alcanzo.