Al volver a la botica, aprovechó la ausencia de Molian cuando fue a cocinar para ella y sacó todos los materiales medicinales que pudiera necesitar del espacio de la cuenta dorada. Después, con la compañía de Molian, produjo varias pociones Sin Miedo para entregárselas al Condestable Wei, dándole instrucciones detalladas sobre su uso.
El problema con la Familia Gong y esos individuos de máscaras negras ya no era algo que ella y Molian tuvieran que manejar. En un abrir y cerrar de ojos, pasaron dos días y medio, lo que significaba que era momento de que Lin Caisang regresara a casa.
El Condestable Wei envió una carta al magistrado del condado, quien personalmente vino a las afueras del Pueblo de Hongling para entregar las mil taeles de oro a Lin Caisang.
Al mirar el oro resplandeciente, Lin Caisang casi quedó cegada. Guardó todo sin ceremonias en su bolsa y se marchó a pie con Molian.
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