—Hermano Changhong ya es tan mayor, y aún va a la escuela. No le teme al escarnio, entonces, ¿por qué estamos dudando... Hermano mayor, por qué tú...
—¡Cállate!
Lin Changfeng la miró con frialdad.
—He'er, si estás cansada, ve a dormir a tu habitación. No te quedes aquí —La señora Lin de la Familia Yang vio que su hija estaba a punto de armar un escándalo, y le advirtió severamente.
—Yo...
Solo entonces Lin Caihe se dio cuenta de que la mirada de todos en la habitación convergía en ella. Todos tenían ira en sus ojos, especialmente su padre Lin Baiyi y su hermano mayor Lin Changfeng.
Encogió el cuello asustada y no se atrevió a saludar a todos. En cambio, corrió de regreso a su habitación.
—No solo Changhong, Papá, Mamá, lo que quiero decir es, si en el futuro puedo ganar dinero vendiendo mercancías, dejemos que Sangsang también aprenda a leer —dijo Lin Baiyi.
—¿Yo?
Lin Caisang se rió suavemente, sacudiendo la cabeza.
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