—¡La hija de Alcide! ¿Cómo es que ella no lo sabe? —caminaba por el solitario sendero del bosque.
—Sabía que había un aura real a su alrededor, pero ella no lo sabe, hm, la hija de Alcide —entrecerró los ojos.
—¿Sabe Oberón acerca de esto? —preguntó sin dirigirse a nadie en particular, mientras se ponía las manos detrás de sí, con los ojos todavía entrecerrados en pensamiento.
—Hm, tiene que saberlo, tengo que decírselo. Puff, ¡qué pésimo Alfa es! —siguió caminando hasta que llegó a otro camino y dio un giro abrupto.
—Esto podría ser una suerte de manera de obtener beneficios —dijo con una sonrisa de lado.
Se puso serio y siguió caminando hacia un destino desconocido.
***
—¿Cómo es que no sabes dónde están? —preguntó.
—¿Qué quieres que haga? —dijo—. Dije que estaba con Dora, ¿debería irme a esforzarme buscándolos?
—¿Cómo pudiste dejarlos salir a caminar de noche?
—¡Dora está con él! —defendía la otra persona—. Ella es una mujer lobo, puede protegerlo.
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