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Capítulo 84: La Batalla Final

"Hay muchas llanuras en Corea del Norte".

"La llanura de Jaeryeong y la llanura de Pyongyang son bastante famosas".

"Es una ubicación óptima para construir una MegaCiudad".

No podía construir una MegaCiudad de inmediato, pero era importante planificar la ciudad para que pudiera tener los cimientos necesarios.

Afortunadamente, toda la planificación urbana de Corea del Norte estaba enteramente bajo el control de Rusia.

Todo, desde la ingeniería civil básica hasta las etapas finales, se llevó a cabo bajo la supervisión de Rusia.

No controlaron cada material, pero todo el proceso de pago pasó por Rusia, por lo que era imposible malversar.

Yu Ji-ha escribió su nombre en Isla Terra.

"Esta es MegaCiudad del Pacífico. Y Corea del Norte es la MegaCiudad del Norte".

La latitud de Corea del Norte no era suficiente para llamarla Norte, pero lo escribió por conveniencia.

Arma escribió su nombre en la zona del Mar del Sur.

"Entonces esto sería el Sur".

Se construyeron MegaCiudades por todo el mapa.

Con el terreno que había adquirido hasta el momento, podría construir cuatro MegaCiudades, lo que no era suficiente para su objetivo de 15.

"Pero no es lento considerando que hemos hecho tanto en tres años, ¿verdad?"

"El cronograma está casi libre de errores".

"Podremos construir al menos seis más si conseguimos Manchuria".

Este cronograma se basó en la suposición de que la Plaga invadiría en 2103.

Pero Arma informó que tal vez tendría que revisar el plan por completo.

"Maestro, algo voló a la luna".

"¿No lo captaste de antemano?"

"El alcance del radar de gravedad es limitado".

El Colono se encontraba actualmente en órbita, pero estaba lo suficientemente ocupado como para monitorear la Tierra.

La planta espacial estaba especializada en producción y no merecía la pena mencionar el barco minero.

Yu Ji-ha sintió que un suspiro salía de repente.

"Pensé que había logrado mucho en tres años, pero ni siquiera sé lo que vendrá a la luna".

"Mejorará cuando comencemos a desarrollar la luna adecuadamente".

"Eso espero. Envía un explorador y compruébalo".

Un explorador se separó de Colono y se dirigió a la luna.

Cayó en Mare Tranquillitatis (Mar de la Tranquilidad), que miraba hacia la Tierra, por lo que muchos países, incluido Estados Unidos, se enteraron.

Era imposible ocultarlo porque había incluso una onda sísmica.

Los observatorios astronómicos que observaban la luna se volvieron locos y el explorador se dirigió cautelosamente hacia el cráter evitando su vigilancia.

Y se reveló un hecho impactante.

"Maestro, es la reliquia del Disco de Oro".

"..."

No pudo haber llegado ya.

Pero lo que fue captado por la cámara del explorador fue sin duda la reliquia del Disco de Oro.

Yu Ji-ha gimió mientras miraba la cápsula de metal gris oscuro.

"… ¿Ya llegó el Disco de Oro? ¿No lo predijiste para 2030?"

"Quizás la Puerta de Deformación por la que pasamos tuvo algún efecto".

Usó la Puerta de Deformación dos veces para traer varias cosas.

Como resultado, es posible que toda la línea de tiempo haya quedado distorsionada.

"¿Puedes recalcular la fecha de la invasión?"

"Eso es…"

La mayor parte de la información de la Plaga era desconocida, por lo que ni siquiera Arma, que se especializaba en cálculos masivos, podía saberlo.

"Solo trae eso. Primero verifiquemos si el registro es correcto".

Mientras el explorador recuperaba la reliquia de Disco de Oro, Yu Ji-ha no pudo ocultar su rostro sombrío.

Todos sus planes se basaban en la invasión de la Plaga en 2103.

Si la línea de tiempo avanzara así, sería difícil afrontarla.

'Ni siquiera he tocado el Proyecto Psíquico...'

Trajo a Fátima de Afganistán, pero tuvo que esperar hasta que fuera adulta para analizar sus genes.

Las habilidades psíquicas generalmente se manifestaban a medida que crecían.

Yu Ji-ha, que se unió al ejército cuando era un adolescente y demostró habilidades extraordinarias, fue un caso raro.

De todos modos, todo iba bien, pero de repente se enfrentó a una crisis.

De Inmediato sucedió algo anormal, como una Ilusión que lo hizo regresar al pasado

Se sentó en su silla y miró por la estrecha ventana de la estación espacial.

Había una espeluznante niebla roja en el espacio donde no debería haber nada.

Marte, al que la humanidad llamó el planeta rojo.

No, ahora era Marte el que había sido desmantelado en pedazos.

El ejército de la Plaga que había penetrado profundamente en el sistema solar devoró toda la materia inorgánica y finalmente alcanzó la órbita de Marte.

La humanidad intentó detenerlos, pero no fue suficiente.

Ganaron todas las batallas, pero perdieron la guerra.

No podían soportar su enorme cantidad.

Así llegaron a Marte y empezaron a romper y devorar la corteza como si se rompiera una galleta.

La niebla roja que parecía una galaxia fue el fenómeno de la Nube Roja que ocurrió cuando la Plaga devoró la corteza.

El fin del planeta.

Yu Ji-ha escuchó el grito agonizante de Marte.

Y entre ellos, escuchó un atisbo de los pensamientos de la Plaga Clase Reina.

'Están buscando algo...'

Es extraño.

Era un psíquico excepcional que podía captar la psicoquinesis de la Plaga, que normalmente no mantenían.

Pero nunca esperó escuchar también la voluntad de la Plaga Clase Reina.

Su Campo Psíquico era tan poderoso que parecía un grito sin sentido.

Cuando devoraban un planeta, los psíquicos comunes tenían que ser encerrados en instalaciones especialmente diseñadas o en cabinas de Armaduras de Asalto.

Pero hoy fue diferente.

Se sentó en la cama y leyó todo tipo de pensamientos que emitía la Plaga Clase Reina.

'Pobres criaturas... ¿Por qué nos tratan así?'

Ya había sentido suficiente que Plaga era un ser inteligente, pero nunca pensó que tendría emociones tan concretas.

Antes de que se diera cuenta, su conciencia se separó.

Regresó al pasado y se vio a sí mismo en la Estación Espacial en L2 (Lagrange 2) en 2177.

'Ese soy yo de antes.'

Para ser precisos, era él mismo quien estaba descansando después de unas vacaciones justo antes de que Legión de la Plaga lanzara su ofensiva final.

En ese momento, todos los soldados de la Fuerza Espacial Unida estaban agotados por las interminables batallas y la situación era muy mala.

El Comandante de la Fuerza Espacial, el Capitán Alexander Maxtol, les dio vacaciones.

"De todos modos, están demasiado ocupados devorando Marte. Descansemos un poco".

Después de devorar a Marte, sería la Tierra.

Todos lo sabían, pero por ahora estaban inmersos en el dulce descanso.

Yu Ji-ha también alivió su estrés con Lucía en una habitación aparte, quien vino de la Tierra en una rara ocasión.

'Ahora que lo pienso, Lucía estuvo allí...'

Volvió los ojos y vio a una mujer de piel morena durmiendo boca arriba en medio de la cama.

Lucía Rosano.

Tuvo relaciones con muchas mujeres, pero ella fue la única con la que realmente conectó y se enamoró.

Ella era la Jefa de Instituto Arqueológico de Reliquias (IAR), miembro del Consejo Supremo, maestra y colega… y amante.

Ella movió el hombro y abrió los ojos.

Una leve sonrisa apareció en sus labios y abrazó su amplia espalda por detrás.

"¿Qué estás pensando?"

Yu Ji-ha en 2177 todavía estaba mirando por la ventana.

"Solo... me pregunto cuándo será nuestro turno".

"Qué tipo más romántico".

"Esta no es una situación para nada romántica".

Algo era extraño.

La voz de la Plaga que escuchó Yu Ji-ha en 2028 no pareció llegar hasta él.

'¿Estoy soñando de nuevo con mis recuerdos pasados? ¿Como resultado de contactar con la Reliquia del Profeta?'

Ni siquiera estaba seguro de si esto era un sueño.

Observó su acto íntimo en silencio.

"Me hicieron un examen hoy... pero desafortunadamente no estoy embarazada".

"Lucía, te lo vuelvo a decir…"

"Lo sé. No quieres tener un hijo. Pero no importa si soy ya la que lo tenga".

"¿Cómo es que no importa? Es nuestro hijo".

"Lo criaré yo sola. Una esposa que envió a su marido al campo de batalla habla con el niño que lleva en el vientre mientras lo espera. Mientras ella le dice 'tu papá está luchando contra aterradores monstruos espaciales para salvar a la humanidad'".

"..."

Volvió a girar la cabeza, como si no tuviera nada que decir.

Sus largos dedos comenzaron a acariciar su pecho.

"Sé que tu mente es complicada. Pero hoy estás conmigo. Solo mírame mí, hoy deberías tener ojos solo para mí."

Sintió en sus ojos brillantes la determinación de quedar embarazada sin importar lo que pasara.

No sabía lo que significaba todo esto cuando el fin de la humanidad se acercaba pronto.

Mientras los gemidos llenaban la habitación, su visión cambió.

Esta vez, estaba parado dentro del puente.

Los caminantes y los oficiales se apresuraban, mientras afuera se desarrollaba un espléndido espectáculo de fuegos artificiales.

'La batalla final.'

Antes de ser abandonado en el espacio con la cabina de su Armadura de Asalto, tuvo varias misiones.

La situación era tan urgente que recibió órdenes superpuestas, y una de ellas era escoltar a la Flota Pionera.

La única fuerza movilizada para la misión fue un único acorazado clase Sydney con un escuadrón liderado por el Coronel Yu Ji-ha a bordo.

El Capitán, la Coronel Han Jinmyung, se ajustó el sombrero después de escuchar la orden.

"Es inusual poner a un Coronel en una misión de escolta de este tipo".

"Parece que la sede está ocupada en muchos sentidos".

"Finalmente admitieron que la situación está vuelta un lío eh. La flota pionera es más importante que el nido".

"La Flota Pionera... Me pregunto si podrán llegar a Nox".

"Personalmente creo que es difícil, pero ¿quién sabe? Quizás ocurra un milagro".

El Coronel Yu Ji-ha se rió entre dientes.

"No tiene sentido confiar en mí. Ni siquiera derramaré una lágrima".

Tenían el mismo rango, pero él había sido Coronel cuando ella era sólo un Teniente.

No tuvo más remedio que quedarse como Coronel porque no podía dejar de ser piloto.

Ni siquiera Alexander, el Comandante de la Fuerza Espacial Unida, podía tratarlo a la ligera.

Sabía que, sin él, la humanidad habría estado condenada hace décadas.

Quizás por eso le dio esta misión.

Llegó una comunicación desde el cuartel general y se transmitió a todo el barco.

"Advertencia, se detectó la 7ma Flota de la Plaga. Precisamente han bloqueado nuestra ruta".

La Séptima Flota era una fuerza principal con varios Barcos Clase Leviatán de más de 1 km de largo.

La Federación Humana Unida no tenía forma de abrirse paso con su poder agotado.

Era arriesgado utilizar las ojivas reactivas para la Flota Pionera, porque no sabían qué había más allá de la Puerta de Deformación.

Tenían que navegar en otro universo y no podían permitirse el lujo de desperdiciar todas sus armas.

Y la propia Flota Pionera apenas se movilizó.

Llevaban un tiempo navegando, pero no llenaban ni la mitad de su capacidad y no estaban debidamente capacitados.

Prácticamente eran operados por inteligencia artificial.

Se suponía que Basil, el líder de la Flota Pionera, estaría aquí, pero tenía la misión de atacar el nido.

Fue un desastre en todos los sentidos.

'¿Es así como ponen en nosotros su última esperanza...?'

La Coronel Han Jinmyung la miró con una sonrisa amarga.

"Coronel."

"Prepárate pronto".

Se puso el sombrero y salió del puente.

Mientras bajaba al hangar, el Coronel Eshil Paul la saludó con una sonrisa.

Era un hombre de largo cabello rubio y una impresión ligera.

"¿Vio el tamaño de la Séptima Flota, señor? Esto es como un escuadrón suicida, ¿no crees?"

"Nuestra misión no es el suicidio".

"Si, seguro. ¿Pero cómo se supone que vamos a sobrevivir a eso con este barco?"

Eshil señaló con la barbilla a la Flota Pionera que estaba afuera.

Había alrededor de 30 barcos alineados detrás del Barco Colono.

Tenían cargadas ojivas reactivas, pero sus Armaduras de Asalto eran modelos antiguos.

Habían gastado todo su poder en luchar contra la Legión de la Plaga.

Ahora tenían que atravesar la Séptima Flota de la Plaga con un acorazado y llevar la Flota Pionera a Nox.

Era una misión desesperada.

"Pero tenemos que hacerlo".

Apartó a un lado a Eshil, que se quejaba, y entró en el hangar.

El Coronel Bok, que tenía un cuerpo enorme, caminaba junto a ella a grandes zancadas.

"El escuadrón de vuelo está listo".

"Dígales que no se pongan nerviosos. No es nada."

"Todos parecen aliviados porque usted está aquí, Señora".

"¿De verdad? ¿O están felices de que vayamos a morir juntos?"

Cuando Eshil, que la había seguido, empezó a decir tonterías, Bok arrugo profundamente las cejas.

"¿Por qué tienes que decir esas cosas en un día como este?"

"Miren esta situación desesperada. No podemos ganar con nuestro poder".

"¿Entonces quieres rendirte a la Plaga?"

"Quizás nos acepten si les suplicamos. Le garantizo, señor, que definitivamente…"

"Suficiente."

Ella dijo una palabra y ambos cerraron la boca.

"Sé que a ustedes les gusta bromear, pero hoy tienen que tomar en serio su misión. ¿Entendido?"

"Sí."

Bok siempre hablaba en serio, pero pensó que era su error estar asociado con Eshil y cerró la boca.

Los pilotos del escuadrón de vuelo se reunieron frente al Coronel Yu Ji-ha.

"Todos ustedes se ven bien. Esta podría ser nuestra última sesión informativa. Como siempre, esa maldita Legión de la Plaga está bloqueando nuestro camino. La única manera de vivir es aplastarlos".

"Sé que es duro. Es casi imposible con nuestro poder actual. Pero tenemos que hacerlo. Porque tenemos a nuestros camaradas, amigos y a la humanidad detrás de nosotros".

Yu Ji-ha tomó el casco que le dio Walter Jun y se lo puso en la cabeza antes de mirar a sus subordinados por última vez.

Habían estado juntos durante más de diez años en esta dura guerra.

"No mueras. Reunámonos vivos en la Flota Pionera. ¡¡¡Por la humanidad!!!".

"¡¡¡Por la humanidad!!!".

"Todos los pilotos se preparan para el lanzamiento".

La transmisión sonó en el hangar y las Armaduras de Asalto fueron cargadas en los rieles una por una.

"Pernos de bloqueo liberados. Eyección lista".

"Maverick 1, expulsando".

La Armadura de Asalto de Yu Ji-ha saltó al espacio oscuro.

A lo lejos, la Séptima Flota de la Plaga emitía un poderoso Campo Psíquico.

Ahora podía sentir su clara voluntad.

—Encuéntralo.

¿A quién buscan? ¿Qué buscan?

La luz parpadeó y así fue como la humanidad fue destruida.

Sólo Yu Ji-ha quedó atrás.

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