Cuando recordaba eventos pasados, Yan Ling solía sentirse particularmente afligida. Pero hoy, quizás por la presencia de Qi Yunjue, estaba sorprendentemente tranquila al discutir el tema.
—¿Ese hombre era Shen Liangshen? —preguntó Qi Yunjue.
Yan Ling se sorprendió de que Qi Yunjue supiera sobre ella y Shen Liangshen.
Pero recordando que sus desventuras se habían difundido por todo Haishi desde hace tiempo, respondió con una sonrisa amarga:
—Sí, fue él.
—Es curioso, siempre pensé que mi madre renunció a tanto por Yan Qianhong, y que no valía la pena. Pero nunca esperé que años más tarde, ciegamente seguiría sus pasos por el mismo camino...
A pesar del trágico final que tuvo su madre por amor,
al menos nunca abandonó su dignidad.
¿Y ella?
Por ese amor ilusorio y esquivo, permitió que lo que quedaba de su dignidad fuera pisoteado, e incluso su inocencia y reputación fueron completamente destruidas.
Hablando en comparación, ¡realmente estaba peor que su madre!
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