Capítulo 10: Ella Está Llena de Maldad

—Tercer Joven Maestro, esta mujer tuvo la audacia de golpearte ayer. ¿Por qué sigues permitiendo que permanezca como parte del elenco? —preguntó Cheng Ruoxue, llena de celos—. Esta mujer se ha excedido, Tercer Joven Maestro, tú...

—No es asunto tuyo. Estoy feliz y dispuesto a hacerlo —Huo Zihang la reprendió, mirándola con severidad.

—¿Toleraría este maltrato si pudiera vencerla?

Cheng Ruoxue se mordió el labio y detestó aún más a Yan Jinyi cuando percibió la mirada de burla que se le dirigía.

—¿Cómo ha embrujado a este hijo de...? Solo tiene una cara bonita, eso es todo.

—Se graduó de una escuela pésima, y después de estar en esta industria durante tres años, todavía le dan roles sin importancia. ¿Realmente cree que puede casarse con una familia adinerada?

Yan Jinyi ni siquiera pudo conseguir el papel de tercera protagonista en este drama.

Sin embargo, su papel en el drama esta vez era crucial porque haría que el público sintiera un resentimiento extremo hacia ella.

Esto era la última escena del drama y ella interpretaba a la personaje, Li Yuya, quien finalmente aprovechaba que la protagonista femenina, Zhao Weiran, estaba herida y la secuestraba para cometer actos de violencia sobre ella. Al final, fue asesinada a tiros por el protagonista masculino.

Yan Jinyi no necesitaba leer el guion en absoluto.

Era igual de maliciosa, brutal e implacable que el personaje que tenía que interpretar.

Después de maquillarse, Yan Jinyi se sentó en el sofá de cuero como una gran jefa.

Estaban en un almacén abandonado, que estaba extremadamente oscuro y ella estaba envuelta en la oscuridad.

De repente, la puerta cerrada se abrió de golpe y el almacén se iluminó gradualmente.

Dos hombres altos entraban mientras sujetaban a una mujer de aspecto desaliñado.

—He traído a la persona que pediste. ¿Dónde está el dinero que merezco? —dijo Li Yuya.

—¿Cuál es la prisa? —gruñó Li Yuya levemente y miró a la persona frente a ella con desdén en sus ojos.

De repente se levantó, sus labios rojo fuego ahora curvados de manera extraña. Caminó hacia Zhao Weiran en sus tacones altos y se inclinó un poco hacia atrás.

Huo Zihang, que inicialmente estaba sentado al lado y jugando con su teléfono móvil, inmediatamente lo guardó y se sentó derecho.

—¡Sí, esa es la mirada! —exclamó.

—¡Yan Jinyi siempre me mira así cuando está a punto de golpearme! —comentó.

De alguna manera sintió que Cheng Ruoxue estaba a punto de sufrir.

En ese momento, Yan Jinyi de repente se volvió a mirar a la directora. —Directora Li, como mujer malvada, debo hacer que tanto la audiencia como mis compañeros de reparto me resientan, ¿verdad?

Aunque Directora Li no sabía por qué de repente hizo esa pregunta, asintió y dijo, —Por supuesto, eso demostraría que tienes buenas habilidades para actuar.

Yan Jinyi se giró y dio una bofetada a Cheng Ruoxue sin decir una palabra.

Cubriéndose la cara, Cheng Ruoxue la miró con incredulidad y murmuró, —Tú...

—¿Crees que te dejaré ir ahora que estás en mis manos?

Avanzó y se agachó lentamente, con una sonrisa sanguinaria en su bonito rostro.

—Mírate. ¿Realmente quieres enfrentarte a mí con lo que tienes?

Mientras hablaba, le dio otra bofetada a Cheng Ruoxue, haciendo que un lado de la cara de esta última se hinchara extremadamente.

En ese momento, Yan Jinyi era como una demonio que mataría sin pestañear y desmembraría su cuerpo al siguiente segundo.

Cheng Ruoxue tembló, sus ojos llenos de resentimiento.

«¡Yan Jinyi debe estar haciendo esto a propósito!»

A pesar de saber que solo estaban filmando, el equipo de alguna manera sintió que Yan Jinyi realmente estaba tomando venganza.

Las dos bofetadas que le había dado a Cheng Ruoxue fueron extremadamente fuertes, ¡tanto que le dejaron la cara tan hinchada como la cabeza de un cerdo!

Inmediatamente después, escucharon un aplauso. —¡Bien hecho!

Huo Zihang de repente descubrió que era realmente emocionante ver a Yan Jinyi golpeando a otros!

Todos los demás presentes se quedaron sin palabras.

«Tercer Joven Maestro Huo, ella es tu novia.»

Cheng Ruoxue estaba tanto avergonzada como enfurecida. «¡Debo arrancarle la cara a Yan Jinyi y mostrarle al Tercer Joven Maestro quién es más adecuada para él!»

Pensando en esto, Cheng Ruoxue inmediatamente puso una mirada de agraviada mientras se cubría la cara y sollozaba. —Tercer...

—Grita otra vez y veremos si no te arranco la boca.