Arrebatar

Zhao Yan sonrió y se sentó de nuevo. —Me gustan mucho los niños. Cuando escuché que la Señorita Jiang tenía dos hijos adorables, rápidamente traje regalos. No esperaba asustarlos.

Su actitud era muy sincera, como si realmente lamentara esto.

Sin embargo, Jiang An no se atrevía a creerlo completamente porque Zou Bai estaba enojado al enfrentarse a Zhao Yan. Por lo general tenía una expresión seria y parecía estar bien.

Jiang An podía notar que estaba de mal humor.

Todo esto era a causa de la llegada de Zhao Yan. Aunque tenía una buena impresión de Zhao Yan, Zou Bai sabía más. Ella todavía se posicionaba del lado de Zou Bai.

Zhao Yan no se preocupaba en absoluto por esta atmósfera incómoda. Entregó el regalo y atrajo a Li Mei para hablar sobre lo que sucedía en la capital.

Li Mei había vivido muchos años en la capital y aún la extrañaba. Estaba muy feliz de escuchar a Zhao Yan hablar de esas cosas.