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Qiao Mei de repente se dio cuenta de que el olor post-intercambio de energía en su cuerpo ya no era tan fuerte como antes. Anteriormente, cuando hacía el intercambio de energía muchas veces, apestaba tanto que la gente la evitaba desde lejos. Aunque todavía había algo de olor en su cuerpo ahora, era mucho más tenue que antes.

Qiao Mei fue a la cocina a hervir agua y se dio un baño rápido antes de dormir. Acostada en el lecho de ladrillos, Qiao Mei se sentía inquieta, así que lentamente tocó su vientre. Aunque sólo tenía unos pocos meses de embarazo y aún no había crecido mucho, su vientre comenzaba a notarse.

—Bebés, vamos a buscar a papá juntos. Vuestro padre definitivamente estará bien —Qiao Mei tocó su vientre y murmuró suavemente.

A la mañana siguiente, se levantó temprano para buscar a la Tía Dong y salir de compras con ella en la ciudad del condado. Empujó su bicicleta hasta la casa de la Tía Dong y vio a la Tía Dong lavando verduras en casa.