- ¿Y entonces jugamos?
- ¿No sé?. Me da miedo
- Es un juego. No sean cobardes. -
- ¿Y si aparece?
- No lo creo
- ¡¡Vamos!! - Los cinco al mismo tempo dan la orden.
- ¡¡¡Phileas, phileas, phileas, phileas, phileas!!!
Dijeron todos al mismo tiempo. Un silencio jugo su carta en la habitación a oscuras.
- ¿Lo ven? No sucedió nada.
- Va outra leyenda
De inmediato un florero del mueble se calló al suelo. Los cinco se asustaron insultando a laa creencias
- Es?
Alan encendió la luz.
- No ha sido nada. El gato de Marilin, había pasado y sin querer movió aquel objeto.
Al día siguiente. Todos fueron a la escuela como de costumbre. Marilin al salir de su casa percibió un olor fétido. No prestó atención y continuó.
Un perro olfateaba los restos de un gato destripado.
De lejos Cynthia la saludaba. Ambas fueron juntas a la escuela. Al llegar tuvieron las clases como de costumbre. Rick, y Esteban no se habían presentado, aunque recibieron un mensaje de ellos en su grupo. Phileas.
¡Tontos!, ¿Siguen con ese juego? Confiesa ella.Parece que les agradó. Es una mentira. Se supone que la maldición sucede de inmediato y donde se invoca. Una
Otro mensaje Phileas
Dejen de enviar mensajes – envía un mensaje sobre el mismo chat grupal de red social, Cynthia.Oigan, y si volvemos a jugar – Expresa ClaudinaPara nada responde – Marilin, y menos en mi casa.
Al regresar de la escuela, el olor fétido continuaba
Ahora tenía otro mensaje. Era de Cynthia, seguido de Alan, y Claudina¡Phileas!Chicas y chicos, no sean estúpidos – Asusta – Expresa Marilin, que entra a su habitación
Al encender la luz, entre sus muñecos y peluches de felpa, sus amigos y amigas estaban allí mirándola. La voz de Phileas resonó en su mente
¡¡Ahhhh!! – Fue el último sonido de un grito que llamó la atención de su madre que se desmayó al ver a los cinco adolescentes, o mejor dicho sus cabezas. Colocadas cuidadosamente en el escritorio.
El móvil de Marilin, tenía un mensaje de grupo de red social. Phileas. –