Capítulo 38: Qué bueno verte

*Mate*

El olor de la sangre de Jack era tan fuerte que me revolvió el estómago. El miedo de haber llegado demasiado tarde me habría paralizado si no fuera por la pared de ladrillos de un hombre que me estaba lloviendo golpes en la cabeza. Mis instintos de supervivencia me mantuvieron en movimiento.

Había visto a un hombre bajo salir corriendo de entre los árboles y estrellarse contra Reid. Estaba preocupada, pero no podía quitar los ojos de mi atacante para ver cómo estaba. Correríamos de cabeza hacia una trampa. Jack debe haber hecho lo mismo. Sabía que estaba cerca y necesitaba llegar hasta él. Estos bastardos estaban en mi camino.

Este corpulento hijo de puta me impedía ayudar a mis amigos. Mantuve mi cabeza cubierta y traté de idear una estrategia para derrotarlo. Normalmente con un tipo como este esperaría a que se cansara, pero esa no era una opción con Reid y Jack en peligro. No podía perder el tiempo.