María se puso de pie de un salto. "Te dije que no es tuyo", gruñó, sus ojos esmeralda reflejaban una rabia inexplicable.
La bestia le apretó la mano con fuerza. Su mirada azul estudió su expresión con silenciosa ira.
De repente, esos ojos azules se abrieron al darse cuenta cuando un pensamiento pasó por su mente. "Querías que el bebé fuera de otra persona, ¿verdad?"
"¿Qué?" María respiró con sorprendente incredulidad.
Sarkon se alzaba por encima de todo lo que había en la habitación, una sombra oscura de disgusto cubría su mirada como nubes negras que se acumulaban para una tormenta inminente. "Me escuchaste", murmuró su voz profunda. “Ahora sé por qué insistes en volver a la escuela. Planeas encontrarte con Paris Carter allí, ¿no? Quieres que el bebé sea suyo… ¿estoy en lo cierto?
"¿Estás loco?" María susurró con una impactante decepción.
Apoya a tus autores y traductores favoritos en webnovel.com