"Soy una causa perdida, ¿verdad?"
La criada miró en silencio a la joven en el espejo mientras sus manos trabajaban en los gruesos mechones rojos que fluían como lava fundida.
Aunque parecía abatida, Sophie no pudo evitar notar sus rasgos exquisitos brillando con una alegría inexplicable.
Con una cálida sonrisa, la criada respondió: "Está enamorada, señorita".
"Paris tiene razón. Después de todo, soy una chica tonta", murmuró tristemente su brillante voz.
La leal doncella frunció el ceño. "No sé qué significa eso, señorita, pero usted definitivamente no lo es".
María levantó la vista de su regazo y le devolvió la sonrisa de gratitud. Sophie siempre estaría de su lado pase lo que pase.
"Si me preguntas", continuó Sophie en tono maternal, "el amor hace cosas estúpidas con la gente. O tal vez es que la gente hace cosas estúpidas cuando está enamorada. No recuerdo cuál es".
La belleza pelirroja se rió. "Cualquier manera funciona".
Apoya a tus autores y traductores favoritos en webnovel.com