La gente alrededor de Hua Zi de repente volvió a la realidad. ¡El jefe estaba siendo golpeado duramente, se verían terribles si no contraatacaban ahora! ¡El jefe incluso había puesto cien mil yuanes como recompensa! ¡Maldita sea, eso es cien mil para cada uno! ¡Eso sería un millón para diez personas! ¿El jefe tiene tanto dinero? No tuvieron tiempo para reflexionar, ¡cargaron directamente contra Ren Feifan!
Todos estos chicos habían derramado algo de sangre antes. Con su ferocidad, usualmente salían victoriosos en peleas. Si no ayudaban al jefe a recuperar su posición hoy, ¡qué les quedaba por mezclar! ¡Esto fue una gran pérdida de cara!
—¡Hermano Ren, corramos! —Al ver a los matones recogiendo cada uno una barra de hierro, Lin Xiaoxi estaba terriblemente asustada, apresuradamente agarró la mano de Ren Feifan y exclamó. Ella pretendía huir con Ren Feifan, pero para su sorpresa, ¡Ren Feifan no se movió! ¡Algo malo iba a suceder! ¿Estaba asustado el Hermano Ren? ¡Era una posibilidad!
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