Al día siguiente.
En el set de producción, en la oficina del director, el asistente del director preguntó con severidad:
—¿Quieres pedir permiso?
Qin Shuang asintió:
—Sí.
El asistente del director frunció el ceño:
—¿No sabes que antes de entrar al campo de entrenamiento, firmaste un acuerdo que no te permite tomar permiso sin motivo alguno? ¿Puedes decirme la razón de tu permiso?
Qin Shuang miró al asistente del director y suspiró:
—Unas razones personales.
El asistente del director frunció el ceño:
—No.
Qin Shuang dijo:
—Tengo que solicitar este permiso.
Había estado acostada en la cama toda la noche y por más que lo intentaba, no podía dormir. Aquella foto había aparecido repetidamente frente a ella, y sus rasgos eran todos los de Hermano Chen.
No pudo evitar pensar en el tiempo en Ciudad Bin
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