El Presidente Mo casi nunca sonreía.
Y aun cuando lo hacía, no era nada como esto.
Esta vez, incluso él podía decir que el Presidente Mo estaba de muy buen humor.
Parecía que el Presidente Mo era un poco diferente desde que se casó.
Aunque no había cambiado exactamente mucho, podía sentir alguna diferencia en su interior.
Para ser más específicos, ahora parecía más vivo, en vez de la estatua fría que era antes.
El actual Presidente Mo era más humano que antes.
Y todo esto era gracias a la Señora Joven.
Bueno, realmente el amor tiene una manera de cambiar a las personas.
Incluso alguien tan frío como el Presidente Mo podía ser ablandado.
Mo Yesi caminó hacia la oficina del Presidente y de repente pensó en algo. Se detuvo y se dio la vuelta. —Hay una cosa más que necesitas atender.
—Presidente Mo, por favor dé sus órdenes.
...
Qiao Mianmian se despertó de su siesta después de aproximadamente una hora. No sabía que habían ocurrido muchas cosas mientras ella dormía.
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