El comienzo de la guerra

—Sin embargo, Xuan Long se movió y se puso delante de Xuan Yuan. —Creo que el pequeño hermano Lu no atacaría a Xuan Zhong sin razón. ¿Por qué no escuchamos exactamente qué sucedió? Vamos a aclarar las cosas primero.

—dijo Xuan Long.

—¡Maestro de secta! —Xuan Yuan estaba un poco ansioso.

—¡Bien, no hay necesidad de decir más! —Xuan Long movió la mano y dijo.

La sombría mirada de Xuan Yuan se intensificó. Sabía que no podía matar a Lu Ming con la ayuda de Xuan Long. Secretamente, le dio una mirada a uno de los ancianos. El anciano asintió ligeramente y se retiró lentamente, desapareciendo en la oscuridad sin que nadie lo notara.

—Pequeño hermano Lu, ¿qué está pasando? —Xuan Long miró a Lu Ming y preguntó.

—Sí, Señor Lu Ming, ¿qué ocurre? Y entonces, ¿cómo está Xuan Zhong? —Xuan Xiang también preguntó, mirando al Xuan Zhong en manos de Lu Ming.