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La Barrera Dorada alrededor de la Ciudad que restringía la entrada de Magos Oscuros fue rota. Sin embargo, eso no significaba que fuera fácil para un Mago Oscuro entrar. La seguridad alrededor de la Ciudad se incrementó en ausencia de la Barrera Dorada.
Sorprendentemente, un Sumo Sacerdote de la Iglesia de la Luz fue colocado en cada entrada de la Ciudad. Además, la Ciudad había usado algún medio para prohibir las teleportaciones dentro de la ciudad. Nadie podía colarse de esa manera. Quien quisiera entrar a la Ciudad tenía que hacerlo a través de la entrada principal.
Gabriel avanzó hacia la entrada de la Ciudad a pie, acompañado de la Sacerdotisa Sagrada de la Invocación. Ella también había restringido su poderosa aura para asegurarse de que incluso un Sumo Sacerdote no pudiera verla como algo más que una maga ordinaria.
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