Una misteriosa aura se desprendió de la torre, moviéndose a una velocidad increíble. Era como si fuera una tormenta de una aura que los Miembros del Consejo Principal jamás habían sentido.
Todos los Miembros del Consejo Principal fueron lanzados hacia atrás volando como si un poderoso ataque los hubiera golpeado a todos a la vez, lo cual era bastante extraño ya que ¡solo era una aura y no un ataque! Si solo el aura era tan poderosa, ¿qué pasaría con un ataque real?
Eliana aterrizó en el suelo a lo lejos, equilibrándose. Aún así, tosió algo de sangre mientras su rostro se volvía algo pálido.
Los otros Miembros del Consejo Principal tampoco estaban en mucho mejor estado, y era aún peor para los profesores ordinarios.
—¡Tenemos que detener esto! —rugió Eliana, dándose cuenta de que, fuera lo que fuese esta aura, podría lastimar a sus estudiantes.
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