El Maestro...

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Antes…

—Declaren su identidad y su propósito —mientras Tryndall y los otros tres se abrían camino lentamente hacia la entrada de la mansión de Lucas, los dos esbirros que Lucas había colocado en la entrada les impidieron entrar, queriendo conocer el propósito de los cuatro por aparecer en la mansión—. Si ustedes cuatro solo vienen a vagar por aquí, entonces será mejor que se pierdan.

—¿Nuestras identidades? No necesitan saber eso —tomando la iniciativa para responder, Valyr dio un paso adelante antes de abrir su boca con una sonrisa ligeramente arrogante, provocando el ceño fruncido en los rostros de los dos esbirros—. Aunque, el ceño en sus caras fue rápidamente reemplazado por una mirada de ira después de escuchar lo que Valyr dijo a continuación—. En cuanto a nuestro propósito…

—Supongo que patear el trasero de vuestro líder sería más que suficiente respuesta.