Al entrar a la sala, Astaroth y Fénix vieron a cuatro personas. Levantándose de la mesa, el Príncipe Nalafein y Killi se inclinaron en una reverencia cortés, mientras, detrás de ellos, Gelum'vire y el vice líder del gremio de Killi bajaban la cabeza.
Astaroth y Fénix podrían haber caminado hacia sus tronos, donde normalmente tendrían esta pequeña reunión. Pero Astaroth aplaudió fuertemente con sus manos.
*¡Clap!*
—¡Bien! Ya hemos desperdiciado suficiente de su tiempo esperando. En vez de todas esas teatralidades y explicaciones, ¿qué tal si caminamos hacia donde los enviaré y nos ahorramos todo ese tiempo? —Killi sonrió ampliamente, de acuerdo en que habían perdido mucho tiempo. Cuando eres un jugador profesional, cada minuto cuenta, después de todo.
No podía imaginar lo mal que debía sentirse Fénix con todo ese tiempo perdido manejando este lugar. Eso medio le alegraba de que su gremio aún no fuera tan expansivo.
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