Los demás jugadores que aparecieron junto a Astaroth lo miraron extrañadamente, mientras él se agarraba el pecho. Algunos incluso susurraban entre ellos, preguntándose si estaba bien.
Astaroth, por su parte, estaba agarrándose el pecho fuertemente, con un dolor profundo.
—¡Maldita sea! Esa perra me dio un golpe limpio antes de que me teletransportara —murmuró, sujetándose sobre el corazón.
Astaroth no estaba recibiendo daño alguno, y su barra de salud estaba completa. Tampoco le afectaban enfermedades de estado.
Pero el dolor de ser apuñalado en el corazón persistía en su cuerpo y mente. Pasó un tiempo antes de que disminuyera, y mientras tanto, más y más jugadores se teletransportaban a su alrededor.
Cuando mil jugadores aparecieron en la plataforma donde estaba Astaroth, una gran pantalla destelló sobre la plataforma. Todos los presentes dirigieron sus miradas hacia arriba.
Una mujer apareció en la pantalla, sentada en una larga mesa, mientras miraba a una cámara.
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