Aunque Alex no terminó probando el gran culo de Amahle, al menos no tuvo que pagarle mil millones de dólares a la mujer después de hacer una apuesta increíblemente estúpida para literalmente salvar su culo de la tortura.
En cuanto a lo que le sucedió a Isabella, armó un berrinche enorme como una niña cuando La Madre trató de encadenarla con su hermano, al punto que Alex se sintió obligado a intervenir en su nombre. Y así, el hombre ahora se encontraba atrapado entre dos de las heroínas que se suponía debía conquistar, ambas con nada menos que animosidad entre sí.
—Escucha, La Madre... Seguramente no vas a encadenar a la chica con su hermano, digo, el tipo podría literalmente violarla, ya amenazó con hacerlo... ¡No podré quedarme sentado y ver que tal cosa suceda!
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