Elisa no sabía si estaba bien que él continuara chupando el dedo que había usado en su centro. Solo con mirarlo, podía sentir cómo sus mejillas se calentaban. Era vergonzoso, pero a él no parecía importarle. Se preguntaba si habría otro hombre como Ian en la tierra; que nunca tenía vergüenza de decir lo que quería o lo que necesitaba de los demás. Como cómo quería verla ahogarse en el placer que le enseña.
Era la primera vez que Elisa sentía lo que sintió antes, ya que nunca supo lo que era el placer. Todo este tiempo, le enseñaron que las cosas que hizo hace unos segundos no deberían hacerse fuera del matrimonio. Sin embargo, allí estaba ella, disfrutando del resplandor posterior bajo su abrazo. Rompió todas las reglas que sus padres le enseñaron, sabiendo que la última sería lo último antes de que llegue el matrimonio, y aunque estaba mal como sus padres le enseñaron, Elisa no se arrepentía de lo que hizo.
Apoya a tus autores y traductores favoritos en webnovel.com