«[Capítulo extra] ¿Fue un pecado?»

—¿Cómo sabes de eso? ¡Espera! Le he advertido que no vuelva a entrar en tu habitación. ¿No me hizo caso? —una mirada de molestia pasó por sus ojos pero pronto el sonido de un gruñido captó su atención.

—Es quien me trajo de vuelta cuando me perdí en la finca.

—¡Ajá! Entonces, ¿por qué hueles a Damien? —cuando tocó su barbilla, pudo sentir su olor en ella, pero no le preguntó ya que pensó que el caballeroso hombre debía haberla ayudado a regresar, pero ¿quién iba a imaginar que era ese tonto espíritu?

La pregunta la tomó por sorpresa. Ella había olvidado por completo esa confesión cuando se encontró con el espíritu. Pero, ¿cómo podría explicarle eso a Rafael?

—¡Tsk! No pienses demasiado. Ya lo sé. —le pareció gracioso cómo su rostro se puso pálido. ¿Tenía miedo de que él le prohibiera aprender a defenderse?

—¿Sabes? —ella dijo más alto de lo que pensó mientras miraba al hombre con confusión, quien asintió con la cabeza igualmente confundido por su comportamiento exagerado.