El que debe irse (2)

Feng Huai también pensó esto cuando lo escuchó por primera vez. Anteriormente, el elevador del hotel había tenido que someterse a una reparación cuando regresó después de comprar sus bebidas. Le dijeron que les llevaría al menos 15 minutos terminar. No queriendo dejar que sus bebidas perdieran su frío y frescura, Feng Huai decidió usar las escaleras de emergencia para llegar a su habitación del hotel. 

Pero ¿quién iba a saber que cuando llegó al tercer piso, escucharía a alguien hablando solo en ese lugar estrecho y solitario? Rápidamente reconoció la voz del gerente de Gu Jiao, Alberto, y no pudo evitar escuchar, especialmente cuando escuchó el nombre de Ran Xueyi en sus labios. 

Más tarde, después de que Alberto se fue, Feng Huai corrió de vuelta a su hotel y le contó a Zhao Fei y Ran Xueyi lo que había escuchado. 

Ran Xueyi miró a las dos personas hablando frente a ella. Había perdido el apetito y sus ojos se hundieron por completo.