Renacimiento a los Dieciocho (1)

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En medio de su llanto, Su Xiaofei escuchó un sonido a su lado. Al abrir los ojos, encontró a su mejor amiga, Xi Qian gimiendo de dolor al ser inmovilizada en el suelo. Luchaba por liberarse del agarre del hombre, a pesar de estar demasiado ebria.

Su Xiaofei se sentó y se sostuvo la cabeza. Se sintió un poco mareada con el repentino cambio de su entorno.

¿Qué estaba pasando? ¿Decidieron los deidades reproducir su pasado para fastidiarla aún más? ¿No fue suficiente que le permitieran presenciar la muerte de Lu Qingfeng y ver su penoso final?

Al mirar a su alrededor, notaron que estaban en el pub donde ella y Xi Qian solían salir.

—¡Suéltame! —El grito de Xi Qian sacó a Su Xiaofei de vuelta a la realidad.

En el siguiente momento, sus ojos ardieron de ira mientras se obligaba a ponerse de pie. Debido a la influencia del alcohol, tambaleó para mantener el equilibrio. Su Xiaofei recordaba claramente esta escena.

Inmediatamente, se lanzó detrás del hombre que intentaba agredir a su amiga, tirando de él bruscamente por la ropa, alejándolo de Xi Qian antes de patearlo fuerte entre las piernas.

El hombre gritó, con los ojos saliéndose de las órbitas del dolor. ¿Qué hombre no entendería el dolor por el que estaba pasando?

Su Xiaofei no se detuvo. Lo pateó una y otra vez, antes de enviar su cuerpo inerte contra la pared en la que se apoyaba anteriormente.

El hombre se encogió. Su rostro estaba tan pálido, su cuerpo entero temblando de shock.

Su Xiaofei lo miró fijamente con una mirada afilada. Si alguien pudiera verla ahora mismo, era comprensible por qué había ganado el título de 'La Villana' solo por su aspecto. Junto con un par de ojos escalofriantemente hermosos, toda su persona emitía un aire de arrogancia y confianza. Tenía un aspecto impactante, pero al mismo tiempo, albergaba una impresión fría y distante que mantenía a las demás personas a distancia.

Su Xioafei, ahora con la mente más clara, miró alrededor mientras pisaba con más fuerza el torso del hombre. Ella y Xi Qian estaban vestidas con camisas y jeans. Vio a Xi Qian levantarse y frotarse la muñeca adolorida. Esta vez los ojos de Su Xiaofei se oscurecieron al ver el rostro juvenil de su mejor amiga.

Si no estaba equivocada, este era un recuerdo de su pasado, donde ella y Xi Qian tenían dieciocho años. Sin embargo, la sensación de la carne tan vívida bajo su pie, el tono suave de Xi Qian al llamar su nombre y el lugar a su alrededor eran demasiado claros.

Mirando al hombre gimiendo de dolor bajo su pie, sus ojos se tornaron más fríos.

¿Había regresado al pasado? ¿Diez años antes de su muerte para ser exactos?

En este recuerdo en particular, ella y Xi Qian habían decidido celebrar el cumpleaños de la última. Dado que los padres de Xi Qian se habían divorciado cuando ella tenía siete años, ninguno de sus padres vivía con ella, y solo fue criada por su abuela.

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—Xi Qian quería celebrar su cumpleaños con Su Xiaofei, por lo que la invitó al pub donde trabajaba a tiempo parcial. ¿Quién hubiera pensado que al salir, Xi Qian sería agredida por un hombre sin hogar mientras Su Xiaofei perdía el conocimiento cuando el hombre la golpeó primero en la cabeza?

—Debido a este evento, Xi Qian quedó gravemente traumatizada. Aunque la policía pudo llegar y capturar al hombre a tiempo, más tarde no se presentaron cargos contra él, y pudo irse ileso mientras le daba a Xi Qian una sonrisa burlona al salir de la comisaría.

—Si realmente había renacido, entonces a Su Xiaofei no le importaba ejercer su derecho como la villana esta vez. Si la autoridad no era capaz de darle a Xi Qian la justicia que se merecía, entonces ella lo haría por sí misma.

—De hecho, fue solo más tarde cuando Su Xiaofei descubrió que esta agresión no era tan simple como parecía. Alguien había contratado a este hombre para mancillar el nombre y la reputación de Xi Qian.

—Su Xiaofei retiró su pie del hombre y lo miró con unos ojos feroces.

—Y-ya basta. ¡Por favor no me hagas daño! —temblaba de miedo al encogerse lejos de la cara intimidante de Su Xiaofei—. Yo-Yo… ¡alguien me pidió que hiciera esto! ¡Perdóneme esta vez y le contaré todo!

—Habla —la cara de Su Xiaofei era oscura e inescrutable. Era imposible para cualquiera saber lo que estaba pensando en ese preciso momento.

—¡Es una mujer de mediana edad! Me dio dinero y me dijo que esperara a esa chica —señaló a Xi Qian, quien los miraba con los ojos muy abiertos—. ¡Ella me dijo que hiciera esto!

—El hombre sin hogar pensaba que era dinero fácil. Solo necesitaba amenazar a la chica y si surgía algún problema, esa mujer de mediana edad se encargaría de él.

—Pero, ¿quién hubiera pensado que la joven que parecía suave y débil estaría acompañada por este monstruo? Si hubiera sabido que la acompañante de Xi Qian era una persona aterradora, nunca habría aceptado el trabajo solo para ser golpeado hasta quedar hecho papilla por esta joven mujer.

—¿Cuánto te dio esa mujer? —Su Xiaofei preguntó en tono amenazante.

—Me dio cinco mil. Dijo que si tenía éxito, me daría otros tres mil como recompensa —el hombre no se atrevía a mentir frente a ella. Tenía miedo de que si no cumplía con sus demandas, este monstruo rompería cada pulgada de su cuerpo.

—Dame el dinero —Su Xiaofei exigió.

—¿Q-qué?

—Me has oído. Si no lo haces... —sus ojos se estrecharon sobre él, el hombre habría jurado que la temperatura a su alrededor cayó— me aseguraré de que tus miserables cinco mil no sean suficientes para pagar las facturas del hospital que tendrás que pagar más tarde.

—Cuando él no hizo un movimiento para entregarle el dinero, Su Xiaofei pisoteó su mano derecha.