—¿Cuál es exactamente la diferencia? —preguntó Kat—. Digo, ¿no son las liebres y los conejos básicamente lo mismo?
Menor se encogió de hombros —Nunca me puse a investigarlo, pero según Amelie, la gente bestia liebre es mucho más rara que los conejos y normalmente son más adeptos al combate y algunas otras cosas. Honestamente, no tengo idea.
Kat estaba tentada a continuar con este cuestionamiento cuando la escena cambió a Shizuka en la sala de preparación para el área del duelo otra vez. Chiharu estaba sentada en una silla de hielo con la cara entre sus manos suspirando.
—¿Cómo llegamos a esto? —dijo Chiharu.
—Este... mis disculpas, Madre —dijo Shizuka—. Yo realmente no...
Chiharu desestimó las preocupaciones de su hija —No, tú realmente no querías que esto sucediera. Estoy segura de que Amelie te empujó a esto. Sé lo mala que eres para negarte a ella.
Shizuka puso cara de disgusto mientras intentaba parecer seria —No tengo problemas para negarme a ella.
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