—La sonrisa de Mo Qiang estaba llena de cuchillos y dagas aunque nadie pudiera verla, todos podían sentir que estaba bastante enojada con Tan Si. ¿Y cómo no iba a estarlo? Aunque entendía que lo que hizo Tan Si fue lo correcto, Mo Qiang nunca podría perdonar a Tan Si por dejarla atrás.
—Cuando le pidió a Mo Xifeng que huyera, solo le permitió a Mo Xifeng huir porque era la hermana menor de este cuerpo, pero Tan Si se suponía que debía quedarse y aunque no pudiera quedarse, ¡debía regresar por ella!
—Sin embargo, de la conversación, escuchó que Tan Si quería dejarla dentro de la cueva. ¡Esto era algo que Mo Qiang nunca podría aceptar!
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