Escarlata volvió a la casa y fue a su antigua habitación que ahora estaba vacía porque Severo la estaba llamando allí. —Tenemos que volver al barranco, presiento algo allí —él dijo con urgencia.
—¿Algo como qué? —ella le preguntó.
—Energía, mucha energía y me está poniendo nervioso —Severo respondió con voz grave. Sea lo que fuera, Escarlata podía ver que estaba haciendo que Severo se inquietara profundamente.
—Está bien —respondió ella—, luego puso una mano sobre Severo, parpadeó y aparecieron en el barranco. Una vez que había estado en un lugar una vez, parpadear y aparecer allí de nuevo no era un problema.
Así, Escarlata estaba de nuevo en el barranco, el mismo lugar que le parecía espeluznante e inquietante. La última vez que estuvo allí hacía calor, a pesar de los dosel exuberantes. Hoy estaba frío y más oscuro que antes.
—Deberías tomar la delantera —ella le dijo.
Apoya a tus autores y traductores favoritos en webnovel.com