Lamento

Keira observó fríamente cómo Isla se alejaba y, tras reflexionar un momento, la siguió.

Nunca había sido una santa, y ciertamente no se preocupaba por Isla. Solo quería ver cómo terminarían las cosas para ella.

Al verla dirigirse hacia la sala de emergencias, Lewis la siguió inmediatamente y, tras avanzar unos pasos, se volvió hacia el Tío Olsen y preguntó —¿Quieres venir a ver también?

La mirada del Tío Olsen se intensificó, y echó varias ojeadas en dirección a la sala.

Tras meditarlo por un momento, finalmente dijo —No, esperaré aquí a que vuelvas.

Acababa de cometer un error, causándole problemas a la verdadera hija de la señora Olsen por culpa de Isla, y le debía una disculpa.

Lewis asintió y, sin prestarle más atención, persiguió a Keira hacia la sala.

El Tío Olsen miró a Ellis.

Ellis entendió de inmediato e hizo un gesto de "OK" con la mano —Entendido, seguiré. No te preocupes, ¡no dejaré que abusen de la verdadera hija de la señora Olsen!

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