DISCULPAS

Monica se volvió hacia Jake que aún tenía moretones en su cara. Se enfrentó a Felix y le preguntó,

—¿Y estás orgulloso de eso?

—¿Y por qué no? Se lo merecía —dijo Felix.

Monica lo miró dos veces antes de soltar un suspiro de impotencia.

—Regresemos ahora —añadió Felix— y la arrastró con él fuera del restaurante. Sin que ellos lo supieran, Jake ya había visto sus figuras y los observaba con furia hasta que ambos entraron en el coche.

Dentro del coche, Felix encendió los motores y condujo hacia el hotel.

—¿Cuándo volverás a Nueva York? —de repente le preguntó.

—¿Por qué quieres saberlo? —le preguntó a su vez, haciendo que Felix la mirara antes de concentrarse nuevamente en la carretera.

—¿Qué tiene de malo si quiero saberlo? —preguntó.

Monica soltó otro suspiro antes de abrir los labios para hablar.

—No estoy segura, esa es la decisión de mi gerente.

—Hmm… —Felix respondió con un murmullo— y no volvió a preguntar nada.