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ESCAPE

"Erika empujó suavemente la silla pero hizo mucho ruido y eso la molestó aún más. Así que empujó la silla cada diez segundos y sus oídos estaban muy agudos para detectar cualquier ruido de sus pasos si estaban cerca, pero lo único que escuchó fue su risa enloquecida.

—Continuó empujando la silla hasta que estuvo cerca de la mesa, ahora el único problema era cómo llegar al suelo y agarrar la botella. Tanto sus piernas como sus brazos estaban atados. —sopló frustrada.

Luego Erika intentó mover sus piernas pero la cuerda sólo se apretaba cada vez más y más y rozó su piel. —gimió de dolor pero siguió moviendo sus pies hacia la botella hasta que la consiguió.

—Levantó los pies para tirar la botella al aire con la esperanza de que aterrizara en su regazo. Afortunadamente, sus manos no estaban atadas detrás de su espalda por lo que agarró la botella que aterrizó con éxito en su regazo y la usó para desatar la cuerda.

Tardó bastante en cortar la cuerda porque el pedazo de botella era muy pequeño. —aflojó la cuerda y rápidamente desató la que estaba en sus piernas también.

Luego miró a su alrededor la habitación en la que estaba retenida. El lugar era muy oscuro, con sólo una ventana abierta pero ya era oscuro afuera así que sólo la pequeña luz que colgaba del techo le servía de fuente de luz.

La puerta ya estaba abierta, caminó de puntillas hasta la puerta para ver qué estaban haciendo. Su risa había muerto hace un rato, los vio tirados en el suelo con botellas de cerveza y contenedores de comida. Parece que estaban echando una pequeña siesta después de la cena.

Erika los contó, eran cuatro durmiendo. "«Se supone que son cinco, entonces ¿dónde está el último?», se preguntó a sí misma. Necesita ser muy cuidadosa ahora que no sabe dónde está el último."

Buscó cuidadosamente en cada una de sus chaquetas a ver si podía encontrar su teléfono y lo hizo, pero la batería estaba totalmente agotada. Aun así lo tomó y siguió buscando cuidadosamente la puerta de salida.

—¡¿DÓNDE CREES QUE VAS?!

—Maldita sea, ese es el último —dijo Erika, detuvo sus pasos y se giró para verlo. Él fue al que le rompió la muñeca cuando la perseguían y no parecía nada contento."

"Regresa", le ordenó.

Erika estaba a punto de huir pero él la agarró de la mano y se la retorció y ella gimió de dolor.

—¿Te gusta eso? Así fue como me retorciste la muñeca, ¡MALDITA! —Le escupió en la cara. Parece que este le guarda rencor por retorcerle la muñeca.

Erika soportó el dolor y le dio una patada en sus partes íntimas y él maldijo. Aprovechó la oportunidad y corrió de allí. El último despertó a los demás y rápidamente la persiguieron.

Erika corrió por el área tan rápido como pudo hasta que vio la puerta de salida y la abrió. Estaba fuera pero todo estaba muy oscuro. La luz que venía de la luna no era suficiente para ver nada, pero siguió corriendo. Oyó a los matones acercarse y se encaramó a un árbol cercano y se escondió en él.

Desde arriba, miró hacia abajo y los vio correr más allá del árbol dirigiéndose a otros direcciones. Fue un acierto que Felix le enseñara también a trepar a los árboles cuando le estaba enseñando defensa personal.

Se quedó allí un rato porque si se encuentra con ellos, no sería capaz de enfrentarse a ellos debido a sus piernas rasgadas y a su mano torcida. Estaba completamente indefensa en ese momento.

Luego vio una luz de cabeza móvil. Venía de un coche, no, de varios coches. Sonrió porque al fin había encontrado esperanza para un escape completo. Saltó del árbol y corrió hacia los coches. Gritó «¡Ayuda!», fuerte y eso atrajo a los secuestradores.

Los coches estaban todavía un poco lejos de ella y no podía correr hacia ellos, pero aún así lo intentó.

—Vaya vaya vaya, parece que nuestra pequeña princesa está intentando escapar —esa voz la hizo estremecer. Agárrenla—. El líder ordenó a sus lacayos y se lanzaron sobre Erika.

El primero que avanzó cogió su mano torcida para arrastrarla pero ella usó su buen brazo y le dio un fuerte golpe en la cara y con su pierna buena le dio una patada hacia los otros. La fuerza fue suficiente para que todos cayeran al suelo.

Afortunadamente, los coches estaban cada vez más cerca. Corrió más desesperadamente hacia ellos moviendo sus manos y entonces BANG! —Erika fue disparada.

El primer coche se detuvo y la puerta se abrió de golpe saliendo de él un Ethan extremadamente enojado. Corrió hacia Erika que ya estaba en el suelo.

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