Negándose a Creer

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Ji Shuai, sin embargo, todavía no lo creía.

Estaba incluso demasiado perezoso para verificarlo.

—Nuestro equipo no tiene problema, ¿por qué debería hacer una llamada? ¿Y si atacan mientras estamos al teléfono? —Yan Zixuan estaba muy molesto por su arrogancia.

Pero vagamente recordaba... ¿no había sido así como él despreciaba a la Princesa y al resto de las soldados femeninas cuando se unieron por primera vez al ejército de la familia Yan?

De ninguna manera...

Él no podría haber sido tan repulsivo, ¿verdad? A lo sumo, era un poco molesto...

Mientras Yan Zixuan estaba perdido en sus pensamientos, se apresuró a volver a la realidad. Justo cuando iba a decir algo, alguien del ejército de la familia Yan se acercó.

Ji Shuai lanzó una mirada cautelosa, pero cuando se dio cuenta de que era Shen Ruojing, se relajó mucho inmediatamente.