¡Esperando ese día!

—Los demás presentes también asintieron, sintiendo una profunda veneración por Yang Luo.

Luego, Du Kongqing se volvió hacia Sun Boren y suspiró :

—Hermano Menor Sun, como tu hermano mayor, debería darte mi bendición cuando te veo con la Hermana Menor Jiang juntos.

—Pero te odié porque estaba celoso. Incluso quería matarte. Sé que me equivoqué.

No espero que me perdones, pero pasaré el resto de mi vida arrepintiéndome.

—Hermano Mayor Du…

Sun Boren se ahogó y sus ojos se volvieron rojos.

Du Kongqing miró a Yang Luo de nuevo y dijo :

—Pequeño hermano, a partir de ahora, eres mi salvador y mi maestro!

En el futuro, siempre que me llames, sin importar lo que necesites que haga, incluso si tengo que atravesar montañas de cuchillas y mares de fuego, ¡no dudaré!

Con eso, Du Kongqing entregó a Yang Luo una tarjeta de visita negra y caminó hacia fuera.

Sun Boren de repente gritó a Du Kongqing desde atrás :

—Hermano Mayor Du, te perdono. ¿Puedes quedarte?

—Hahaha…