Misterios

Las pupilas de Ye Chen se encogieron ligeramente. Esta persona también fue quien le habló de Lin Juelong la última vez. Parecía que no tenía más remedio que buscar a esta persona.

—Lei Shuwei, ¿puedes ayudarme a contactar a esa persona? Quiero verlo —Ye Chen dijo después de tomar una decisión.

Él había pensado que sería bastante difícil de organizar, por lo que la respuesta de Lei Shuwei le sorprendió.

—Sr. Ye, es perfecto. Esa persona también quiere verte. A las diez de la mañana de mañana, un coche te recogerá en la Universidad de Ciudad Capital. ¿Tienes tiempo?

—Si no lo haces, entonces podría tener que posponerse por unas semanas.

Ye Chen pensó unos segundos y aceptó:

—De acuerdo, mañana entonces.

La llamada terminó allí.