Robin llegó a su ático en el que no había estado durante más de tres semanas. Todo en el exterior estaba bien. La seguridad y todos estaban en su puesto y alerta.
Intentó abrir la puerta sin llamar pero estaba cerrada desde dentro, así que llamó a la puerta pero no hubo respuesta. Pudo escuchar la música que venía de dentro y sabía que la malvada mujer estaba allí. Lo suficientemente bueno, también entendió la razón por la que la puerta estaba cerrada, porque el conductor le informó de que Zayla no había salido durante los últimos dos días, y tampoco había hecho ningún pedido de comida o comestibles.
Era tarde y Robin se sorprendió al escuchar la música en el ático cuando Zayla abrió la puerta, vestida con pantalones cortos y una camiseta sin mangas que dejaba al descubierto su barriga.
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