En lugar de pasar un día o dos en Sogal como Harry había dicho que harían, Harry y Jade terminaron quedándose allí hasta el final de la semana después de que Matt se hubiera ido.
Después de pasar un par de días con Andy, Harry había llegado a quererla aún más de lo que había querido el primer día que ella llegó.
La presencia de Andy parecía haber hecho a Candace más feliz e incluso más segura de sí misma. Y a él le gustaba ver cómo también hacía feliz a su padre. Por la manera en que trataba y se relacionaba con Aaron, nadie jamás adivinaría que ella no era la hija biológica de Aaron.
Harry estaba contento de haber pasado los últimos días con su familia y esperaba pasar más tiempo con ellos en el futuro.
Jade, por otro lado, no podía esperar para que ya volvieran. Ya había tenido suficiente diversión y había satisfecho su curiosidad, y ahora, todo lo que quería era estar a solas con su hombre.
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