```
—No vas a ir a ningún lado —dijo él, su tono firme.
Eva miró fijamente a sus tormentosos ojos. Sabía muy bien que enfrentarse a él no era una buena idea, pero tenía que hablar.
—¿Por qué? —preguntó—. Necesito ir a casa o mis padres se preocuparán.
¿Por qué le explicaba como si él fuera a entender o importarle?
—No me importa.
Por supuesto que no.
—Te salvé. No es así como se recompensa a alguien, salvé tu vida así que perdona la mía y hemos terminado. No le diré a nadie que te liberé. Lo prometo.
Por alguna razón, eso le pareció gracioso.
—Puedes decirle a quien quieras. No tengo miedo de nadie. Ahora, mientras soy amable, vuelve y siéntate.
Con un gemido, Eva volvió a la habitación y se sentó en la cama. Una vez que su padre viniera a buscarla, el infierno se desataría y alguien saldría lastimado. Así que antes de que eso pasara, tenía que encontrar una forma de escapar.
¡O espera!
Apoya a tus autores y traductores favoritos en webnovel.com