Episodio 7

Xiao Lin estaba preocupado por su primo y por su amigo, Lao Qing.

Habían pasado más de dos semanas desde la última vez que habían salido juntos y, desde entonces, no había vuelto a ver a Lao Qing. En esas dos semanas había tenido que sufrir el regaño de su madre por no estudiar correctamente y, en cambio, querer salir todas las noches a jugar.

Cada vez que iba a ver a su primo, veía a este con una cara seria mientras estaba dibujando y, a su lado, había una imagen de referencia de la vida real. Al final, se terminaba escapando cada vez que veía como su primero arrancaba una hoja del cuaderno y la tiraba al suelo.

Luego, llamaba a Lao Qing pero, no hablaban por mucho tiempo. Lao Qing parecía estar pasándola mal estos días, así que las llamadas entre Lao Qing y Xiao Lin fueron disminuyendo.

Un día, cuando Xiao Lin ya se había resignado a su destino de pasar las vacaciones estudiando, entró al dormitorio de Xiao Yu y vio a este arreglándose, como si fuera a salir.

Xiao Lin se sorprendió y sonrió.

—Ge, ¿a dónde vamos?

Xiao Yu alzó una ceja: —¿Vamos? Iré a comprar unas cosas antes de volver a Shanghai.

—¿Volver a Shanghai? ¿No es muy rápido?

—Solo me queda un mes y medio, después, tengo que volver a los Estados Unidos —Xiao Yu miró a Xiao Lin—. ¿Quieres ir conmigo a Shanghai?

Xiao Lin negó con la cabeza y sacudió las manos apresuradamente: —Aunque quiera, mi mamá no me va a dejar ir. Cuando vuelva a entrar a la escuela será mi último año y mi mamá dijo que si no entro a los diez primeros lugares, puedo olvidarme de comenzar a estudiar música.

Xiao Yu había comenzado a recoger algunas cosas y, cuando escuchó esto, se detuvo.

—¿No dijiste que la música no era algo serio?

—Mamá me propuso que si puedo entrar a los diez primeros lugares en la clasificación de la escuela, cuando entre a la universidad, me dejará un tiempo para estudiar música.

El ceño de Xiao Yu se frunció. 

Una de las otras razones por las que los padres de Xiao Yu insistieron en llevárselo, fue también por la escuela. ¿Quién no sabía lo difícil que era la escuela en China, eso, sin contar el gaokao? Así que el hecho de que la madre de Xiao Lin le propusiera esto, era prácticamente nada.

La universidad ya era difícil, ¿cómo podría Xiao Lin hacer tiempo cuando las carreras que los padres de Xiao Lin quería que este estudiara ya eran difíciles?

Xiao Yu suspiró.

—Entonces volveré —prometió—. Tengo algunas cosas que hacer, así que necesito volver a Shanghai.

—Entonces —Xiao Lin dudó—... ¿podemos llamar a Lao Qing? Como te he dicho antes, su situación familiar no es muy buena y creo que estos días la ha estado pasando mal.

Xiao Yu frunció el ceño.

—Me iré mañana. Podemos reunirnos mañana.

Xiao Lin asintió. Sonrió y dijo: —Entonces, veré si me responde.

Después de eso, Xiao Lin volvió a su habitación y Xiao Yu salió.

Aunque le había dicho a Xiao Lin que iba a comprar, en realidad, quería tomar fotografías de los lugares y ver si podía inspirarse. En estos momentos, solo podía hacer unos dibujos rápidos y ejercicios fáciles, como el gesture, para movilizar su mano.

Hace dos años, había comenzado a experimentar pintando con diferentes pateriales, como la acuarela, el óleo y el gouche, entre otros. Quería seguir experimentando. Pero parecía había algo que lo detenía y no podía seguir pintando.

Un artista nunca podía satisfacerse con su trabajo o, mejor dicho, pensar que ya era lo suficientemente bueno. Un artista debía desafiarse a sí mismo y probar diferentes cosas, por eso, aunque Xiao Yu tenía un bloqueo desde hacía más de cinco meses, esperaba que este bloqueo pasara pronto. Necesitaba probar que estaba hecho para esto.

Después de tomar un autobús, Xiao Yu sacó su cámara.

No era fotógrafo ni había estudiado mucho sobre fotografía, pero se dio cuenta de que podía hacer un diario dibujando y lo mismo, fotografiando los lugares que había visitado. Desde entonces, había comenzado a fotografiar las cosas que le gustaban, los lugares que visitaba, etc.

Había caminado solo unos metros antes de levantar su cámara y mirar hacia el cielo.

El día era hermoso. El cielo brillaba y el sol iluminaba todos los alrededores. Xiao Yu no pudo detenerse y fotografió esa preciosa escena. Después de tomar unas cuantas fotografías, bajó su cámara y miró las fotos. Soltó una risa y continuó caminando.

Después de caminar unos pocos metros más, se volvió a detener.

Xiao Yu era una persona extraña.

Tenía pocos deseos y pocos sentimientos hacia las cosas. Cuando veía algo lindo o algo que lo hacía feliz, su primer pensamiento era dibujarlo. Era un hábito que había adquirido en unos pocos años.

Lanzó un suspiro y de repente pensó en Lao Qing.

Lao Qing tenía un hermosa sonrisa. Lao Qing tenía un hermoso cabello que era largo y negro. Sus ojos también eran hermosos, se veía tan inocentes, pero a la vez, con ese espíritu desenfrenado lleno de juventud. Lao Qing parecía muy extrovertido y lleno de energía, como si pudiera soportar cualquier problema sin dificultad.

Sin embargo, Lao Qing tenía problemas familiares.

De repente, quiso saber cuáles eran estos problemas familiares y si podía ayudarlo de alguna forma.

Pero Xiao Yu era solo un extraño en su vida. A los pocos años, Lao Qing no tendría ni un recuerdo sobre él.

Otro suspiro fue lanzado.

Olvídalo, pensó. Solo continúa tomando fotos, dibujando y pintando, a nadie le importas y no necesitas ayudar a nadie.

Xiao Yu no había terminado de fotografiar todo lo que quería antes del anochecer. Con un suspiro, entró su cámara en la mochila y comenzó a caminar hacia otra dirección.

No tardó mucho en volver a la casa Xiao.

Cuando regresó, no tenía que ir a saludar a nadie como lo tenía que hacer Xiao Lin, así que subió las escaleras, listo para entrar a su habitación.

A mitad de camino, sintió una ráfaga de viento y, confundido, miró a hacia atrás, solo para encontrarse con un Xiao Lin preocupado.

Le agarró del brazo y, confundido, preguntó: —¿Qué pasa?

Xiao Lin trató de safarse al principio, pero, después de ver que era Xiao Yu, explicó, en un tono agitado: —Lao Qing está en problemas.

—¿Qué le pasó? —Xiao Yu volvió a preguntar.

—Él... él... creo que estaba tratando de defender a su madre. No sé. Fue golpeado y su madre también —el ceño de Xiao Lin estaba fruncido—. Ahora están en el hospital.

Al escuchar que Lao Qing estaba en el hospital, el corazón de Xiao Yu se hundió. No pudo evitar pensar, ¿la golpiza fue tan fuerte que quedó inconsciente?

—Voy contigo, espérame —dijo Xiao Yu, apresuradamente.

Corrió hacia su habitación y dejó su mochila en el suelo y, antes de salir, agarró un abrigo.

Aunque Xiao Lin estaba preocupado por la situación de Lao Qing, esperó pacientemente a que Xiao Yu terminara. Cuando Xiao Yu salió de la habitación, los dos salieron de la casa Xiao. Esperaron unos minutos por un taxi y, después de que Xiao Lin dio la ubicación del hospital, tuvieron que esperar unos treinta minutos antes de llegar al lugar.

Después de llegar al hospital, Xiao Yu le preguntó a Xiao Lin: —¿Sabes en qué habitación se encuentran?

—Espera —Xiao Lin abrió WeChat en su teléfono y entró al chat de Lao Qing. Miró el número de habitación y, después de hablar con una enfermera, caminaron hacia esta.

En el camino, la mente de Xiao Yu se encontraba vacía.

—Ge, ¿quieres quedarte afuera? —preguntó Xiao Lin de repente.

—¿No puedo entrar? —Xiao Yu respondió con otra pregunta.

—Yo... no sé... —Xiao Lin se rascó el cuello. Pensó por un momento y después de pensar en algo, sus ojos se iluminaron—. Entremos. Lao Qing está en una situación difícil en este momento, mientras más personas le acompañemos, mejor —Xiao Lin trató que su tono fuera lo más creíble posible.

Xiao Yu no pensó mucho y asintió.

Antes de entrar en la habitación, Xiao Lin no pudo evitar sentirse un poco culpable.

Al entrar en la habitación, Xiao Yu se dio cuenta que la situación de Lao Qing no era tan mala, pero la de su madre sí.

La madre de Lao Qing ya había perdido la consciencia por los golpes que había recibido, eso ya decía mucho. Xiao Yu después dirigió su mirada hacia Lao Qing.

La mirada de Lao Qing estaba perdida. Su rostro y cuerpo (aunque sólo se podían ver sus brazos y piernas), fue fuertemente golpeado. En especial cerca del ojo derecho.

Cuando Lao Qing escuchó el sonido de la puerta, dijo: —Has llegado —miró hacia Xiao Lin y, después de ver que Xiao Yu también estaba ahí, no pudo evitar preguntar: —Tú... ¿por qué estás aquí?

Estaba preocupado por ti, pensó Xiao Yu. Sin embargo, las palabras no salieron de su boca y dirigió su mirada hacia Xiao Lin.

—Fui yo quien lo trajo.

—Ah —fue lo único que contestó Lao Qing.

Xiao Yu miró a Lao Qing por un momento, antes de apartar la mirada. No había contestado no por qué no tuviera el valor, si no porque pensó en la anterior pregunta de Xiao Lin.

¿Quieres entrar?

¿Por qué estás aquí?

Cierto, no eran tan cercanos.

¿Por qué estaba en este lugar entonces?

Xiao Lin se sentó al lado de Lao Qing y le hizo un par de preguntas. Xiao Yu dirigió su mirada hacia cualquier otro lado que no fuera hacia ellos. Luego de pensarlo, dijo: —Entonces, te estaré esperando afuera.

Después, salió.

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Cuando Lao Qing vio que Xiao Yu había salido, le dijo a Xiao Lin, enojado: —¿Acaso quieres morir? ¿Por qué diablos lo trajiste aquí?

—Baja la voz —Xiao Lin hizo un gesto de silencio—. ¿Quieres que él te escuche y piense que no querías que estuviera aquí? ¿No sería eso perder una oportunidad?

—Incluso si pierdo una oportunidad es mejor que él viéndome en este estado —Lao Qing señaló los lugares en los que estaba golpeado.

—Hermano, tienes que entender que Yu-ge es difícil de conquistar. Por lo que escuché de mi prima, mientras estaba en los Estados Unidos, ¿cuántas chicas no se le confesaron? Pero, ¿no rechazó a todas? —Xiao Lin hizo una pausa antes de continuar: —¿Sabes lo que esto significa? —antes de esperar a que Lao Qing le respondiera, continuó—: Que tienes que ser diferente a esas chicas.

—Entonces, ¿tengo que darle lástima? —Lao Qing miró a su amigo como si estuviera mirando a un estúpido.

—¿Por qué eres así? No tienes que darle lástima en lo absoluto. Al contrario, tiene que demostrarle que confías en él.

Aunque Lao Qing no era muy inteligente, no llegaba al punto de ser como Xiao Lin.

—Hermano, ¿te das cuenta de la situación en la que estoy? Mi madre acaba de ser golpeada y ahora está inconsciente, yo tampoco estoy muy lejos de eso. Pero ni siquiera me preguntas cómo estoy u otra cosa.

Solo en este momento Xiao Lin recordó lo agitado que había estado cuando Lao Qing le contó sobre esto.

Al mismo tiempo, se preocupó y preguntó: —Hermano, ¿cómo estás? ¿En qué lugar has sido golpeado?

Después de unos minutos de haber salido, Xiao Yu escuchó un fuerte grito de la habitación de Lao Qing. Pensó que se había confundido de habitación, así que no le prestó mucha atención.

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Lao Qing salió de la habitación unos pocos minutos después de haber golpeado a Xiao Lin. Miró a Xiao Yu y no supo que decir.

Xiao Yu le preguntó: —¿Estás mejor?

Lao Qing asintió. Sonrió un poco avergonzado: —Sí —después, miró hacia otro lado como si no supiera que decir: —Yo... siento que hayas visto eso.

El ceño de Xiao Yu se frunció y estuvo a punto de preguntar, ¿qué? Pero se frenó y recordó a la madre de Lao Qing.

No respondió a la pregunta y, en cambio, se acercó a Lao Qing y tocó ligeramente la mejilla de este, como si tuviera miedo de hacerlo daño. Preguntó, un poco dudoso: —¿Estás seguro de que estás mejor?

Lao Qing miró la cara de Xiao Yu. Se encontraban tan cerca. Pudo ver los labios de Xiao Yu desde una vista mucho más cercana que antes. Eran tan rosados y pequeños. Quería saber que se sentía... pero aún no podía. Se desanimó un poco. Si quería, ¿por qué no podía? ¿Xiao Lin no le había dicho que se aprovechara de la situación?

Justo cuando Lao Qing estaba a punto de cometer un acto heroico, Xiao Yu dijo: —Espera —después, se fue corriendo.

Cuando Xiao Yu se fue, Lao Qing hizo un puchero; que mal, su oportunidad había sido desperdiciada. Pero, al instante, se recuperó; estaba bien, después de todo, en ese momento, su estado de ánimo aún no era completamente bueno.

Xiao Yu no duró mucho tiempo fuera de la vista de Lao Qing.

Cuando Lao Qing vio lo que Xiao Yu había ido a buscar, no pudo evitar sonreír, aunque cuando Xiao Yu lo miró, dejó de sonreír; no era bueno si el otro notaba que estaba sonriendo.

Xiao Yu no era muy bueno cuidando de los demás, así que ni siquiera intentó poner la bolsa de hielo en la cara, para, al final, terminar lastimando a Lao Qing. Le pasó la bolsa de hielo en su lugar y dijo: —Creo que esto ayudará a que las heridas mejoren.

—Gracias —Lao Qing cogió la bolsa de hielo y le sonrió a Xiao Yu.

Lup-dup.

Ahí iba de nuevo ese raro sentimiento.

—No fue nada —Xiao Yu mantuvo una expresión seria, pero, en secreto, apretó la manga de su abrigo mientras trataba de calmar los latidos de su corazón.