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Capitulo Tres

Al día siguiente, después de haber ido a la iglesia con su madre, Manoel la llama y pone fin a su relación. Nayara está muy triste y no sabe qué hacer, ya que habían salido durante dos años y ahora todo había terminado. Sospechaba que se debía a sus celos, pero se equivocaba, aunque tampoco quiso saber el motivo para no martirizarse. Ese mismo día, Nathaniel le envía un mensaje por WhatsApp y pasan un rato hablando. Durante la conversación, él le pregunta si tendría una oportunidad con ella y ella responde algo así como "Sí, ¿por qué no?". El chico pone cara de felicidad y dice que tiene que salir ya que está en el trabajo y como Nayara no iría a la iglesia de su novio-ahora-ex sino con su madre, decide llamarle para el servicio, pero él ya no estaba conectado.

Cuando llega al servicio, busca un sitio para sentarse y en unos instantes Nathanael entra en la iglesia y se sienta a su lado. Su amiga Gabrielle, que forma parte del Grupo de Jóvenes de la iglesia, las ve sentadas una al lado de la otra y empieza a reírse, dejando a su amiga con la cara roja de vergüenza. Al final del servicio, el chico todavía habla un poco con Nayara y le pide un abrazo y ella se lo permite. Cuando se abrazan, ella siente una sensación diferente, como de nostalgia, porque parece que sus sentimientos por él estaban volviendo poco a poco. Se abrazan durante un breve instante, pero para ella es como si el tiempo se hubiera detenido y sólo ellos estuvieran presentes en el lugar.

Tras la noticia de su ruptura, se entristece, pero piensa que tal vez haya una forma de que vuelvan a estar juntos, pero sus sentimientos son contradictorios y sus pensamientos y su corazón laten más deprisa cuando piensa en Nathaniel. Su madre no se entera de su ruptura hasta tres días después, cuando se da cuenta de que se niega a comer y está cada día más triste. Sus amigas Andressa, Gabrielle, Géssica y Tatiane le dan todo el apoyo que necesita y en el colegio consigue hacer los deberes, pero cuando llega a casa sólo tiene ganas de llorar. Con el corazón roto por milésima vez, decide escuchar una canción gospel llamada Deus de Detalhes del pastor Lucas y la música la calma por dentro y por fuera y se siente mucho mejor y decide darse la vuelta y no dejarse zarandear.

La familia de Nathaniel le apoya mucho al principio y una de sus hermanas le llama para que pase un fin de semana en su casa. Su madre lo permite porque sabe que necesita distraer su mente. El chico intenta comprenderla y la anima mucho durante los días que se queda en su casa. Durante el día juegan al UNO y cantan canciones mientras él toca la guitarra. El chico intenta besarla, pero ella dice que aún necesita saber qué pasa en su corazón antes de dar ese paso, aunque sea pequeño en su vida.

Nayara, Natanael y sus hermanas deciden salir el viernes por la noche a la iglesia y durante el servicio, el chico tiene una oportunidad y aprovecha y coge su violín y toca una canción preciosa llamada A sua Glória Faz (Su Gloria Hace) de la cantante Aline Barros. Mientras él toca, la llama para que le acompañe y en ese momento ella se siente preparada para seguir adelante, aunque muchos la juzguen por no esperar gran cosa, pero su corazón siente que es el momento de seguir adelante. Ese día los dos no hablan de asuntos del corazón y ella llega a pensar que él debe haberla abandonado, pero por supuesto estaba equivocada.

Al día siguiente, los dos acabaron quedándose solos por un momento. Nayara está mirando el árbol de Navidad y Nathaniel ha ido a guardar las compras dentro de casa. De repente aparece a su lado, la mira profundamente a los ojos y la abraza. Siente que su corazón late deprisa y que el suyo late de la misma manera. Una sensación de que algo bueno va a suceder invade su corazón, unas maripositas en el estómago y sus manos comienzan a apretarse. Tu sonrisa se amplía y en ese momento vuelves a sentir como si sólo existierais vosotros dos en el mundo. No se sabe cuánto tiempo permanecen en esta posición, pero cuando rompen el abrazo, Nathan sostiene el rostro de Nayara, la mira profundamente a los ojos y sus labios se tocan por primera vez. Los corazones de los tortolitos están como en una maratón. El beso no dura mucho, pero pronto se besan un par de veces más y vuelven a entrar en la casa para no levantar sospechas.

***

Días después de su primer beso, Nayara siente que lo que siente por él se ha convertido en amor y sabe que ese sentimiento nunca antes lo había sentido por nadie, ni siquiera por su ex novio y decide decirle a Nathaniel todo lo que siente por él, después de todo él ya se le declaró el día que fueron a la cascada.

En una de sus conversaciones, ella decide contarle todo lo que siente por él y él le dice:

-Nayara es verdad, ¿me amas?

Y ella dice:

-Sí, Nathaniel, te quiero mucho y este sentimiento por ti aumenta cada día que pasa. Me gustaría saber si todavía me quieres.

Y dijo:

-Nayara, te he amado desde que éramos más jóvenes. Nunca te olvidé.

La chica se emociona mucho y él se lo dice al cabo de unos minutos:

-¿Quieres ser mi novia?

Y Nayara responde:

-Sí.

Su relación es muy bonita, fuerte y verdadera. Sus sentimientos se parecen a los de las telenovelas mexicanas, donde el amor es más fuerte que cualquier otra cosa, el romanticismo es más intenso y fuerte que una roca.

Y se lo dice:

-Nada ni nadie nos separará, porque nos queremos mucho.

***

Nathaniel está muy contento porque por fin ha vuelto a encontrar al amor de su vida y está saliendo con ella. Todos contentos, le dice a su madre:

-Su cara cambia automáticamente, como si no le gustara la idea, pero para disimular dice:

-Wow, eso es una buena noticia mi hijo. Tráela a casa para que pueda volver a verla.

Dijo Natanael:

-Está bien, madre, la traeré aquí a la casa.

Se va contento a su habitación, al fin y al cabo cree que su madre está contenta con la noticia, pero poco sabía que su relación estaría en peligro.

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