Capítulo 19: La caída del gobernador (Parte 1).

En las afueras de Atlanta, todo se encontraba en silencio.

Esto era muy común luego del brote, el sol ya estaba rojizo señalando que ya era de tarde.

Pero hoy sucedió algo muy raro, en las alturas, por encima de los árboles se escuchaba el sonido de un motor, y al mismo tiempo se escuchaba el girar de las hélices.

Esto llamó la atención de dos mujeres que actualmente caminaban alejadas de Atlanta.

-Momentos antes de que comenzara a sonar el motor-

Una de ella era una mujer negra, con rasgos bonitos, cabello en rastas largas que le llegaban hasta la espalda baja. Se encontraba vestida con una camisilla blanca, debajo de una gabardina, junto con un pantalón ajustado azul y botas militares. Esto realzaba su cuerpo natural, pero la Katana que llevaba en su espalda, la hacía lucir como una persona con la que no querrías meterte.

En su mano derecha tenía envueltas cadenas, cuyos otros extremos estaban amarrados a los cuellos de 2 caminantes, a los que se les había cortado la mandíbula y los brazos.

Luego de perder sus "armas" los caminantes pierden su salvajismo, y solo comienzan a moverse por ahí.

Al lado de la mujer negra, se encontraba una mujer blanca, con cabello negro liso que tenía atado en una cola de caballo, ojos negros, y un cuerpo parecido al de la otra mujer.

Se encontraba vestida con una camisa azul manga larga, con una chaqueta de cuero blanca encima, pantalones ajustados azules y unos zapatos deportivos blancos sin marca.

Esta ultima no se encontraba bien, eso era algo muy obvio, su piel se encontraba sudorosa y sus pasos eran un poco débiles, y el terreno desigual de caminar por el bosque no la ayudaba mucho. Estaba envuelta con una manta.

"No entiendo porque no me dejas Michonne" La mujer blanca la dijo a Michonne mientras tosía un poco.

"No seas ridícula, ya hablamos de esto, estamos juntas, no voy abandonarte, y mucho menos en el estado que te encuentras" Michonne se pasó el brazo de la mujer por encima de sus hombros para apoyarla al caminar.

"Llevo 3 días ardiendo en fiebre, y aunque se trate de un resfriado común, no tenemos medicinas" La mujer dijo mientras seguían caminando por el bosque, ninguna tenía un destino fijo.

Ambas mujeres habían estado escondiéndose por los pueblos cercanos, en algunas tiendas, pero todas parecían haber sido vaciadas hace mucho.

"Te encontraremos medicinas Rachel, solo ten paciencia" Michonne tenía una cara seria mientras caminaba, pero era fácil notar que se preocupaba mucho por esta mujer.

Quien pensaría que cuando se conocieron Michonne le apuntó con su espada.

Si Kai estuviera presente, se sorprendería de ver a Michonne, ya que ahora no se encontraba con Andrea, pero si con otra mujer.

Uno nunca sabe como puede afectar el efecto mariposa a los cambios del futuro.

Pero no es como si a Kai le importara eso.

*Sonido de motor*

"¿Qué es eso?" Rachel miró hacia arriba para ver un helicóptero militar.

"¿Militares?" Michonne estaba confundida, el ejercito hace mucho que había abandonado todas las áreas cercanas a Atlanta, ¿Qué hacen aquí?

Pero aquí fue cuando ambas mujeres se dieron cuenta de que el helicóptero tenía problemas, y humo negro salía desde su cola, poco a poco iba perdiendo altura, hasta que dio vueltas y se estrelló en un claro, haciendo un ruido estridente que se expandió a las cercanías.

"Vamos a ver que pasa" Rachel fue movida por su curiosidad, y arrastró a Michonne en dirección al lugar del accidente.

-Lugar del accidente-

El helicóptero se había estrellado causando un desastre, junto con una larga línea de derrape en la tierra, que fue lo único que pudo frenar su caída, incluso si había estado volando a baja altitud.

En el interior, en el asiento del conductor se encontraba un hombre, con un uniforme de militar, y un casco verde en su cara, era quien pilotaba la nave, el sargento Welles.

Era un hombre caucásico, pero no se notaba mucho debido al hecho de que ya llevaba un tiempo sin bañarse.

Iba de camino a reunirse con su grupo, antes formaba parte de la guardia nacional, pero escapó junto con un grupo de sus compañeros, tomaron vehículos, armas entre otras cosas y con eso había sobrevivido hasta ahora.

Pero no esperaba que ocurriera un desperfecto en su helicóptero cuando se encontraban volando.

Sus ojos se abrieron poco a poco, todo le daba vueltas, y una línea de sangre bajaba por su frente. De alguna manera el cinturón lo había protegido, de no morir.

Giró su cabeza al lado para ver su compañero Franklin, solo para encontrarlo con los ojos abiertos de par en par y sin respirar.

Luego miró al frente para ver Sean, su otro compañero, que había sido partido a la mitad por la hélice del helicóptero.

Solo fue un segundo que se distrajo, y de repente un rugido bajo comenzó a sonar a su lado, solo para ver que Franklin se había convertido en un caminante.

La mirada de Welles se llenó de miedo, mientras trataba de quitarse el cinturón que se encontraba trabado.

El compañero que una vez luchó junto a él, ahora estaba tratando de comérselo con todas sus fuerzas, sus manos estaban tratando de alcanzarlo mientras hacía su mayor esfuerzo en su agonía.

*Romper*

Los caminantes no tienen sentido del dolor, así que, sin importar sus heridas, el caminante había usado toda su fuerza para acercarse a Welles, hasta que el cinturón por fin de cedió ante su fuerza.

Welles apenas consiguió sujetar por el cuello al caminante, empujándolo hacía atrás con todas las fuerzas restantes en su cuerpo.

*Silbido* *Corte*

De la nada, un cuchillo entró volando por el agujero en el parabrisas del helicóptero, y se enterró directamente en un costado de la cabeza del caminante.

La cabeza inerte cayó hacia un lado, con los ojos aun abiertos, pero ya sin emitir ningún sonido.

Welles miró fuera con dificultad hacía el frente, solo para ver a un hombre musculoso con uniforme parecido al de las fuerzas especiales.

Tenía cabello negro corto, ojos azules, piel blanca.

Este no era otro que Kai.

Detrás de él se encontraba su equipo completo, todos ya con sus armas listas en caso de algún ataque.

Welles ya no aguantó más, y cayó inconsciente.

"¡Sáquenlo de ahí!" Fue una orden de Kai.

Rápidamente Merle y Glenn corrieron hacía el helicóptero, y haciendo uso de su Katana, Glenn acabó con la vida del caminante partido a la mitad.

Merle forzó la puerta del helicóptero, con su tanto cortó la cinta del cinturón de seguridad, y consiguió liberar la desmayado Welles.

"¡Salgamos de aquí! ¡Alguien viene!" Y con estas ordenes de Kai, todos subieron de regreso al camión militar, para regresar a la ciudad a través de la carretera.

Kai ya sabía que el gobernador venía, pero él no iba a enfrentarlo aquí, iría a buscarlo directamente a Woodbury, donde usaría mucha fuerza para entrar.

No tenía miedo de que este plan saliera mal, ya que tenían mucho equipo de grado militar, y sin añadían al equipo de Welles, tendrían más soldados, y podrían llevar más armas.

Rápidamente el camión se perdió por la carretera, justo a tiempo para que luego de unos 10 minutos llegaran caminando por el bosque dos mujeres.

Vieron el accidente, y decidieron acercarse.

"Ya estuvo alguien aquí" Michonne se puso alerta, las personas no eran siempre una buena señal.

*Sonido de motor*

En la distancia de la carretera se escuchaban los ruidos de autos que venían por la carretera.

"¡Rápido, escóndete!" Con su mano, Michonne tiró de Rachel hasta que se la llevó a las orillas del claro, donde hizo que ambas se agacharan detrás de unos arbustos, y decapitó a los caminantes que la seguían con su espada rápidamente.

El sudor frío ya recorría su espalda, porque hizo todo esto justo a tiempo para que llegaran varios autos.

Se detuvieron en frente del lugar del accidente, y del auto que se encontraba en frente se bajó un hombre, con el cabello castaño un poco largo peinado hacía atrás en un intento de una mala imitación de las películas de mafia italiana.

Se encontraba vestido con una camisa manga larga marrón, con un chaleco sin mangas encima de este, y con un pantalón vaquero negro, así como botas puntiagudas.

Detrás de él se bajaron algunos hombres armados, y miraron con atención el lugar del accidente.

"No queda nadie vivo aquí, señor gobernador" Dijo uno de los hombres que tenía apariencia mexicana con solo mirarlo.

Parecía ser el más cercano al llamado gobernador, pero esto no evitó que la mirada del gobernador por un momento se enojara.

"¡Maldita sea! ¡Busquen en los alrededores! ¡No pueden haber ido muy lejos!"

Con estas ordenes los hombres comenzaron a movilizarse, bajo la atenta mirada de Rachel y Michonne.

Ambas sabían que estos tipos eran peligrosos, y comenzaron a caminar lentamente en la dirección por la que había llegado.

Pero el destino quiso jugarles una mala jugada cuando un caminante se acercó detrás de ellas, lo que llamó la atención de uno de los hombres del gobernador que miró en su dirección.

Y luego de que mató al caminante, las miró a ellas.

"¡Encontré algo!" Cuando todos escucharon esto, rápidamente corrieron y rodearon a Michonne y Rachel, todos les estaban apuntando con armas de asalto.

Esto no fue nada bueno para ellas, y Michonne por instinto llevó la mano hacia la empuñadura de su Katana.

"No haría eso si fueras tu" Fue el hombre mexicano el que habló mientras les apuntaba con su arma, y no les daba precisamente una mirada amigable a ambas.

Las dos podían sentir sus pelos de punta, y Michonne con una cara fría, se descolgó la funda de la espada de su espalda, y la sostuvo en su mano por la cinta que esta traía, e inmediatamente se la quitaron.

"¿Ustedes hicieron eso?" El gobernador se acercó mientras en su cara tenía su clásica expresión amable que era más falsa que una prostituta que afirma ser virgen, esperen, a la prostituta sería más fácil creerle.

"Ya estaba así cuando llegamos…" La voz de Michonne estaba fría mientras miraba con cautela a su alrededor.

Pero esta respuesta no le gustó al gobernador, ya que esto quería decir que había un grupo que había sido más rápido que ellos mismos.

Deberá localizarlo y aniquilar el grupo, fue su pensamiento más sádico del psicópata.

Si Kai lo escuchará se reiría, luego asesinaría al gobernador de una manera muy cruel.

"Ustedes vendrán con nosotros a nuestra base, veo que tu amiga esta enferma, podemos darle atención medica y medicina" El gobernador era muy observador y no tardó nada en conseguir los puntos débiles de las mujeres que tenía delante.

Por un momento, la mente de Michonne se complicó bastante, pero luego miró el estado de su amiga, y esto hizo que se decidiera.

"Iremos" Ella declaró, pero no sabía los oscuros y retorcidos secretos que ocultaba el hombre que tenía en frente de ella.

-Tiempo después-

"¡Bienvenidas a Woodbury!" El gobernador les dio una bienvenida exagerada mientras señalaba con orgullo lo que él había construido.

Woodbury era una comunidad que había logrado salvarse porque construyeron sus muros a tiempo, y los caminantes se quedaron afuera.

Michonne y Rachel miraron alrededor, viendo a la gente caminando por aquí y por allá sin hacer nada, algunas mujeres estaban regando plantas ornamentales, es decir, solamente que se ven bonitas y no hacen más nada, ni siquiera dan ningún fruto.

Rápidamente fueron guiadas al hospital, donde el gobernador las llevó con una mujer negra, pero un tono más claro que el de Michonne, tenía el cabello recogido en un moño detrás de su cabeza.

Y bajo ordenes del gobernador, atendió a ambas, y el se fue ya que tenía otros asuntos que atender.

Hay que destacar que ya era de noche.

Michonne y Rachel pasaron la noche en camas de hospital, ya que ambas tenían ciertos niveles de deshidratación y desnutrición.

Incluso les dieron comida en platos, obviamente era comida enlatada, y les dieron mucha, y Michonne que era la más observadora, notó que todos comían en exceso, como si no les importara ahorrar para después.

Este lugar le daba a Michonne, muy mala espina, todo en este lugar estaba mal. Y ella definitivamente no iba a quedarse aquí, el gobernador les había dicho que podían quedarse o irse, la decisión era de ellas.

-En EDEN-

"¿Lo estabilizaste?" Kai estaba hablando con Hershel en su área médica, él no había atendido a Welles el mismo porque solo eran heridas menores, algo que se podía curar fácilmente.

"Si no fue difícil" Hershel miró al hombre que tenía varias partes de su cuerpo vendadas, y algunas suturas, pero no algo que él no pudiera hacer.

"Avísame cuando despierte" Con eso Kai salió por la puerta del área médica, iba directo a ver a todas sus demás pacientes.

Fin aquí.