Capítulo 441: Un gato bien educado (Editado)

Después de lanzar a Malfoy por los aires, Moody no tenía la intención de dejarlo ir, sosteniendo su varita, cojeó hacia el hurón que yacía en el suelo, donde Crabbe y Goyle estaban demasiado asustados para moverse.

El hurón lanzó un grito de terror y se volvió en dirección a las mazmorras.

"¡No te atrevas a huir!" rugió Moody, apuntando su varita al hurón de nuevo, y de repente levantó a Malfoy tres metros en el aire.

"¡Detente nya!"

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Fish saltó para detener las acciones del profesor Moody.

Al gato no le había importado lo que el profesor Moody le había hecho a Malfoy años antes, porque le habría parecido que lo que Moody acababa de hacer era aceptable, al igual que sería castigado por la profesora McGonagall si se metía en problemas.

Después de todo, había sido la profesora McGonagall quien había adoptado a Fish, y Fish llevaba tanto tiempo en Hogwarts que tenía una idea básica de cuáles eran las obligaciones de un profesor, aunque no le importaran.

Sólo que, en opinión de Fish, el único profesor que podía castigarlo era Minerva, o alguien que pudiera vencerlo, y Malfoy merecía ser convertido en hurón porque no podía vencer a Moody.

Ese era el pensamiento simple y sin complicaciones de Fish...

Pero Malfoy era su amigo de todos modos, y desde que lo habían convertido en hurón, había cedido y huido, y habría sido innecesario que Moody siguiera luchando con él, y Fish no podía quedarse de brazos cruzados.

"¡Draco se ha rendido nya, no puedes intimidarlo más!"

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Fish se detuvo frente al profesor Moody y dijo con seriedad.

Barty Crouch Jr. miró al niño con orejas de gato que saltó de repente, su rostro se crispó.

No había querido enfrentarse a Fish y, después de un largo día de preguntar por ahí, sabía lo popular que era Fish en Hogwarts. Si se enfrentaba a él y ponía a Harry en su contra, probablemente su plan no funcionaría.

Sin embargo, Barty Crouch Jr. no estaba dispuesto a retroceder así como así.

No quería dejar que Malfoy se librará tan fácilmente, pero también pensó que sería una buena oportunidad para darle una lección a Fish, además, el Ojo Loco Moody que pretendía ser no era un buen conversador.

Así que, en un instante, Barty Crouch Jr. tomó una decisión.

"¡No intentes darme órdenes!"

Con un movimiento de su varita, tiró a Malfoy al suelo.

Fish se volvió rápidamente, atrapó al hurón que caía, lo empujó a los brazos de Goyle y miró con rabia al profesor Moody.

(°°)

"¡No puedes detenerme!"

El profesor Moody volvió a gritar y apuntó con su varita al hurón que Goyle tenía en brazos.

Goyle dejó escapar un grito y descubrió que el hurón que tenía en sus brazos mostraba signos de que se estaba liberando, por lo que rápidamente aumentó su fuerza y ​​abrazó a Malfoy con fuerza.

Justo cuando estaba a punto de perder el control, sintió un destello de luz roja delante de él y el hurón, que había estado a punto de caérsele de las manos, se quedó en silencio.

Mientras los demás alumnos miraban, una luz roja apareció en la palma de la mano de Fish y luego hizo un movimiento de corte con la mano hacia abajo en el aire entre el profesor Moody y Goyle, y la varita del profesor Moody estalló en llamas, y éste retrocedió varios pasos como si le hubieran dado un puñetazo en la mandíbula.

"¡Si no paras, Fish te va a dar una paliza!"

(`)

Fish advirtió y agitó su puño rojo aún brillante hacia el profesor Moody, que apenas se mantenía en pie.

Después de todos los años de incansable guía y orientación de la profesora McGonagall, y la influencia de la televisión y Hermione durante las vacaciones de verano, Fish era mucho más disciplinado de lo que había sido nunca, y si hubiera sido un año antes, le habría dado un puñetazo en la cara.

Para ser honesto, en este momento, Fish esperaba que el oponente siguiera siendo duro, para poder pelear con él justificadamente.

Fish agitó su cola de gato, mirando ansiosamente a Moody.

El ojo azul y mágico de Moody se movió un par de veces y luego se fijó en la mano de Fish, que brillaba con un tenue color rojo.

¿Es este el hechizo especial de Fish McGonagall...?

Barty Crouch Jr. se quedó mirando el brillo rojo de la mano de Fish, un poco sorprendido.

Aunque había oído a Voldemort y Pettigrew mencionar el "hechizo natural" de Fish, no pudo quedarse tranquilo cuando lo vio realmente, sobre todo con el ojo mágico de Moody, pudo ver claramente que el hechizo de Fish era fundamentalmente diferente de los hechizos utilizados por los magos de hoy en día.

No es de extrañar que su maestro quisiera tomar a este pequeño mago bajo su protección.

Barty Crouch Jr. pensó para sí mismo.

"¡Fish! ¡Profesor Moody!" exclamó la profesora McGonagall desde las escaleras cuando los dos se detuvieron: "¡¿Qué están haciendo?!".

Bajó corriendo las escaleras con una pila de libros en los brazos y llegó al lado de Fish.

"Minerva~"

●●

Fish retiró la luz roja de sus manos, le dio un abrazo a la profesora McGonagall, luego se volvió hacia el hurón en brazos de Goyle y confesó: "¡Moody intenta intimidar a Draco y Fish se lo impidió nya!".

"¿Draco?" La profesora McGonagall miró sorprendida al hurón y exclamó: "¡¿Es Malfoy?!".

"Sí nya". Fish asintió.

"Así es." respondió Moody con calma.

"¡Dios mío!"

Exclamó de nuevo la profesora McGonagall, dejando caer al suelo los libros que tenía en los brazos y sacando su varita.

Un momento después, con un fuerte crujido, Draco Malfoy volvió a ponerse en pie. Apartó la mano del agarre de Goyle, con la cabeza gacha y el rostro enrojecido, y su mirada siniestra se disparó a través de las rendijas de su despeinado pelo rubio pálido y atravesó el cuerpo del profesor Moody.

"¡Moody, nunca usamos la transfiguración como castigo!" La profesora McGonagall dijo débilmente: "Seguro que el profesor Dumbledore te lo dijo".

"Probablemente lo mencionó", dijo Moody rascándose la barbilla distraídamente, "Pero creo que alguien tiene que enseñarle al muchacho a respetar a un Profesor".

"Espera..." los ojos de la Profesora McGonagall se abrieron de par en par, "¿Quieres decir que Malfoy no rompió las reglas de la escuela?"

La profesora McGonagall era muy consciente de cómo Malfoy solía tratar a la mayoría de los profesores, y aunque no lo veía como un problema, no creía que fuera para tanto.

Pero ella no esperaba que el profesor Moody causara tanto alboroto por un asunto tan trivial, justo ahora pensó que era Fish causando problemas...

Barty Crouch Jr. sabía que su reacción estaba un poco fuera de lugar, pero Moody ya era malhumorado y enseguida se le ocurrió una buena excusa.

"Debería estar contento de que esto sea Hogwarts", se burló, "Siempre me he arrepentido de no haber podido enviar a Lucius Malfoy a Azkaban".

"¡Ya basta! ¡Moody!" La profesora McGonagall regañó con severidad: "¡Estás jubilado! ¡Ahora es un profesor de Hogwarts! Por favor, recuérdalo".

"... Lo sé."

Barty Crouch Jr. sólo había pretendido comportarse de forma más razonable, no quería montar una escena en realidad, así que aprovechó la oportunidad para saludar con la cabeza a la profesora McGonagall, luego miró a Malfoy y se marchó cojeando a su despacho.

La profesora McGonagall se sintió aliviada al ver que Moody no seguía enloqueciendo, realmente temía que siguiera montando una escena, por no mencionar el hecho de que sería un golpe para la imagen del colegio, y ella tenía de su lado a un gatito que ya estaba deseando pelear...

La profesora McGonagall dirigió una mirada a Fish, que estaba a su lado, sólo para ver que la cola del gato se movía rápidamente de un lado a otro, con una expresión de pesar evidente en su carita tensa.

"Bien hecho", pensó la profesora McGonagall, pero le dio una palmadita en la cabeza a Fish y le explicó a él y al resto de la clase: "El profesor Moody solía ser Auror, tratando con magos oscuros todo el tiempo, así que aún no está acostumbrado a ser profesor".

Volvió a mirar a un resentido Malfoy y suspiró suavemente: "Se lo contaré a Dumbledore y al profesor Snape, no volverá a hacerlo".

Malfoy frunció los labios, asintió a la profesora McGonagall y luego susurró su agradecimiento a Fish antes de salir del vestíbulo con Crabbe y Goyle.

La profesora McGonagall volvió a suspirar, luego agitó la varita y envió los libros esparcidos volando de nuevo a sus brazos y dispersó a los alumnos a su alrededor.