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Beneficios para unos, desgracias para otros

Luego del abrazo de Emira y Merenptah, este se marcha con una gran sonrisa en su rostro y va pensando cuanto disfrutó conocer a Emira y en su belleza, para él, Emira superaba cualquier estándar de belleza egipcio. Meritamón al notar el estado pensativo le comenta _noté un gran sentimiento entre ustedes dos, una conexión como la que tuvo Isis con Osiris, si me lo preguntas, creo que hacen bonita pareja y es momento de que vayas buscando a alguien_ con una risa de doble intención prosigue _ya quiero tener nietos hijo_ Merenptah sin palabras sigue caminando al lado de su madre.


Al llegar a la caravana, Passer corre para darle un abrazo a Merenptah mientras le dice _ ¿niño qué te habías hecho? Nos tenías preocupado, no vuelvas a hacerlo nunca_ acomodándose su tocado dice _simplemente no aguanté más y me quise dar una pequeña aventura para distraerme, pero se me pasó un poco la mano_ riéndose continúa _pero valió la pena, conocí a la princesa Hitita Emira, ella me dio posada y me cuidó bastante_ Passer con una sonrisa le sigue la corriente _he escuchado mucho sobre la princesa Emira y me sorprende que te haya dado tal hospitalidad, para mí, ella te vio atractivo hijo_ Meritamón interrumpe y dice _exactamente lo mismo le dije Passer pero no me hace caso_ Merenptah sonrojado una vez más, se queda sin palabras.


Al ver ello Passer propone subirse a los carruajes si no se hace tarde, a lo que Meritamón y Merenptah acceden sin pensarlo.


Una vez los carruajes en marcha, Merenptah veía para atrás y no dejaba de pensar en que, quería ver a la princesa por el resto de su vida y que tal vez había encontrado al amor de su vida sin pensarlo ni buscarlo, Meritamón de nuevo al notarlo, en son de burla le dice _hijo si quieres conquistarla, Primero debes cambiarte de ropa, inmediatamente lleguemos al palacio, si no tus abuelos se enojaran de verte así_ Merenptah vuelve a ver su ropa y avergonzado le responde _no había notado mi ropa, siento una vergüenza, qué habrá podido pensar la princesa, madre, la siguiente vez que la vea, por favor ayúdame a conseguir un atuendo digno y lujoso para impresionar a la princesa y remendar este error_ carcajeando de la risa Meritamón le replica _hijo créeme que aun viéndote fatal, Emira quedó impresionada pero si eso es lo que quieres, entonces iremos de compras al mercado de joyas.



Llegando a Egipto, ven a lo largo mucha gente con antorchas fuera del palacio, pero parecía algo tranquilo a los ojos de Passer, sin embargo, Meritamón temía lo peor, como una revuelta de los esclavos o una crisis con su padre.


Cada vez más cerca, los temores de Meritamón iban desvaneciendo, ya que como Passer lo adelantó parecía algo pacífico, toda la gente estaba en silencio y hasta algunas de rodillas, personas abrazadas y casi en llanto.


Los guardias abrieron campo entre la multitud para dar paso a la caravana de Meritamón, esta sin pensarlo le pregunta a Passer _ ¿qué habrá pasado para que esta gente esté frente al palacio? _ y antes de que Passer pudiera contestar, una mujer de la nobleza le responde _disculpe mi princesa, pero creo que su madre está muy débil de salud y casi que agoniza por su salud


Meritamón al escuchar esas palabras quedó atónita y casi se pone a llorar, Passer al escuchar eso queda muy sorprendido y al ver el estado de la princesa, se baja de su carruaje de prisa para atenderla.


Meritamón empezó a desvanecerse al punto de caer hacia atrás, por suerte Passer pudo salvarla y cayó en sus brazos, rápidamente ordenó que la caravana siguiera su camino lo más rápido posible.


Por su parte, Merenptah tuvo sentimientos encontrados con su abuela, Nefertari, durante el camino al palacio, Merenptah no pudo contener las lágrimas, ya que si bien es cierto Nefertari pocas veces mostró cariño hacia él, Merenptah la quería mucho y su mente se quedó en blanco el resto del camino.


Al llegar al palacio, los guardias abrieron las puertas por primera vez desde hace ya varios días por orden del faraón, al cruzarlas, se sentía un ambiente de melancolía, dolor y sufrimiento.


Meritamón recobrando la consciencia, se da cuenta de la situación por lo que corre inmediatamente al interior del palacio, Passer preocupado por el estado de salud de la princesa, corre detrás de ella para tratar de socorrerla.


Merenptah por mientras, queda de pie en el carruaje de él, pensando y tratando de procesar esa noticia, con las pocas fuerzas que tiene decide ir tras su madre, con lágrimas que bajaban hasta su mejilla.


Exhausta llega al aposento de su madre, que al llegar se topa con su hermana Bintanat, estaba con una copa de vino en la mano, tratando de fingir tristeza, pero con una sonrisa en su rostro, molesta su hermana le dice _ ¿acaso no ves lo que está pasando con nuestra madre? _ soltando una carcajada y con un tono frío le responde _claro que sí, me siento triste, tú que crees_ pasando la copa entre sus dedos prosigue _lo que pasa es que tú no ves el poder que nos va a traer hermana, ya verás_ con ira, Meritamón se marcha sin decir una palabra.


Al entrar a los aposentos, ve a sus hermanos reunidos alrededor de Nefertari, quien se hallaba en su cama, con Ramsés a la par, quien al escuchar los pasos y lamentos de Meritamón, exclamó _hija ven, tu madre te necesita aquí_ al escuchar eso, soltó el llanto de una manera inconsolable, sus hermanos le hicieron un espacio para que pasara y se reuniera con Nefertari, que apenas pudo reconocer a su hija.


Meritamón se arrodilló a un lado de la cama, llorando empezó a acariciar el rostro de su madre agotado, mientras le decía al oído _madre, soy tu hija, Meritamón, ya regresé y pude encontrar a tu nieto, él está bien gracias a los dioses, pero tú no madre, me preocupa mucho y no quiero que nos dejes_ al escuchar esas palabras, la reina con un tono débil y con lágrimas, gira la cabeza hacia donde la princesa y dice _gracias a los dioses hija, ya estás reunida con tu hijo y con tu madre, pero por desgracia Anubis ya me está llamando para mi juicio final, pídele a los dioses que pueda llegar al más allá y tú no te preocupes, esto que me va a suceder te va a beneficiar a ti y a Merenptah, por fin obtendrás lo que siempre quisiste para él, solo déjame verlo una última vez.


Passer exhausto llega caminando a la puerta de los aposentos de los faraones, pero decide esperar a Merenptah, quien se hallaba caminando hacia los mismos aposentos, con paso lento y melancólico.


Passer nota la actitud de la princesa Bintanat, a la cual solo le dice _que los dioses se apiaden de su alma princesa, a usted solo le importa el poder y no su madre, que Osiris ponga en su balanza más cosas buenas que su avaricia_ con una actitud arrogante responde _Passer, los años de mi madre son historia y usted mismo lo sabe, sabe lo que se viene para mí y mi hermana Meritamón y créame que le daré más beneficios_ esto mientras la princesa abrazaba de forma erótica al sumo sacerdote y despidiéndose de él con un beso en el cuello, Passer queda asombrado de la avaricia de aquella mujer.


A lo largo se hacía presente la figura de Merenptah, que con un grito de Passer logró apurar el paso hasta llegar a la entrada de los aposentos de sus abuelos, Passer le dice _anda hijo, la reina te está esperando_ Merenptah siguió su paso hasta la cama donde yacía la reina y su madre, al percatarse de Merenptah, la princesa secó sus lágrimas y dijo _ven mi hijo, tu abuela quiere hablar contigo_ poniéndose de pie y abrazando a uno de sus hermanos.


Merenptah se arrodilló junto a su abuela y entre llantos le dice _abuela discul… _ Nefertari interrumpió diciéndole _no te disculpes, la que me tengo que disculpar soy yo contigo, he sido muy injusta contigo y tú no debes pagar por lo que hizo tu madre en el pasado, tú no tienes la culpa, me hace muy feliz que hayas vuelto sano y salvo, gracias a los dioses, eres un increíble nieto, muy valiente, estoy orgullosa de mi hija porque a pesar de todo, crio a un excelente hijo, que los dioses te tengan presentes, hable con tu abuelo y vendrá algo muy valioso y que siempre has querido, así que no te preocupes por mí, solo rézale a los dioses por mí, adiós Merenptah mi orgulloso nieto.


Passer entró al aposento y cerraron la puerta para que todo lo que se hiciera quedara en secreto de la familia real.

...


Un escriba salió a uno de los balcones del palacio y proclamó la noticia al pueblo egipcio _Nefertari, la reina del Alto y Bajo Egipto, la esposa real de Horus vivo, ha fallecido, orar para que los dioses se apiaden de su alma…