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;; Orquestando la orquesta;;

—¿Entonces? ¿puedo ya moverme?

—No fue mi culpa

—¿Que se siente estar del lado de la estupidez? Dímelo, así lo podré gozar y sentir más que nadie el como dices eso

El Rey de Arcaida y el Rey Demonio Jezabel estaban en una habitación oscura la cual solo alumbró la mesa y a esos dos, sin seguridad, sin nadie más que fueran ellos, claramente con la superioridad emocional de ver al Rey Demonio sin dejarlo ser estúpido y teniendo la ventaja en ese momento y después de ese.

—Se lo que es actuar y ser estúpido, pero no cuando no fue mi culpa, además, fue un asunto ajeno a eso, a todo lo mío, de verdad— dijo Jezabel impotente por qué era verdad

—Ajeno o no, es tu chica la que provocó esto, no, me corrijo, es la protegida de tu esposa, que a su vez significa que es también tu culpa… bueno, la mitad

—¿En qué sentido es ese?

—¿Para que te casas? Cómo tú dices, no es mi culpa

—Vaya que te estás divirtiendo… pero si así lo quieres poner…¿Estás seguro de eso? Aún no te recuperas por todo lo que a pasado últimamente

—Tu no te fijes, tengo mis modos, te gustarán de hecho

Había un solo papel tan básico y simple con solo dos condiciones… era el contrato de guerra y a la vez declaración extraoficial entre los dos, más sabían que pronto sería totalmente oficial y pública.

Jezabel sabía que tenía razón en lo que había dicho, así como la molestia de saber que tener que hacer algo para contrarrestarlo… solo quemó con su magia una parte del papel como firma, el otro lo firmo normalmente como todo documento.

—Como quieras, veré como van las cosas y hacer lo mío— dijo Jezabel como si diera el banderazo—, pero aún así, gane quien gane no habrá malos perdedores ni podrás enojarte o yo enojarme por el resultado, ¿bien?

—Ok, nos vemos

El Rey de Arcaida se fue por una puerta que apareció de la nada, Jezabel se quedó ahí lamentándose, claro que era su trabajo traer guerra, pero por muy estúpido y raro que pareciera… parecía como si solo fuera el asesor de todo el desastre y no el creador de la misma.

—Bueno, algo como esto no es tan malo que digamos… no es mi problema…

«Si, si lo es» pensó Jezabel

Desde el mero inicio el que empezó todo esto, fue Arcaida con el Saints Row, además que la fuerte sospecha que la desaparición de los héroes fue por ellos y más cuando esa diosa le enseño el lugar de su ángel reencarnador, todas esas almas estaban como armario con ropa, juguetes y cosas amontonadas, nadie enseñaría algo como eso a nadie, ni al Rey Demonio.

«Solo quería probar si yo iba a hacer algo»

Justo como le dijo a Misteltyn cuando paso lo del los Dullhalan, a él no le importaría tener otra guerra contra los dioses, pero las condiciones no están ni estaban correctas para hacerlo, así que por ese momento aún sin saber que hacer y que podría provocar, no podía moverse, también él había ganado una ventaja y sabía que esa diosa no se dió cuenta, pero esa ventaja tenía que crecer con el tiempo, un turbulento y tedioso tiempo.

Así que Jezabel solo respondió a la amenaza como todo ser viviente en cualquier mundo cuando vió que el Saints Row era la nueva moda.

Más aún así, relacionarse con mucha gente lleva a problemas tanto personales como ajenos que en cualquier momento igual a esperarse como inesperado, tocaba ser parte del montón lo quisiera uno o no.

Abrió su puerta y el sol lo golpeó por instantes hasta que su vista se acomodó.

El día soleado, la arena y el mar con el olor salado y la sensación húmeda decían que no era un poco exagerado decir que podía descansar.

Avanzó un poco hacia la parte de la arena y se tiró de golpe al suelo de frente.

—¿Y bien, Pui? ¿cómo te fue?— preguntó Silver

—No quiero hablar de eso por el momento

Silver se acomodó a un lado.

Todo a su alrededor de esos dos eran todos los alumnos de la Academia, algunos mirando el paisaje ya que nunca habían estado en una playa, otros con ropa fresca en el sentido de que no estaban acostumbrados al calor y la otra mayoría en el mar jugando, nadando y solo disfrutando en inflables mientras se asolean. Pero si, habían quienes pensaban algo.

«¿Por qué estamos aquí si esto es después del festival?»

Y había algo más que solo la tranquilidad en ese sitio, más bien, alguien más.

Este tipo de persona estaba sentada a plena luz del sol mientras comía una paleta de hielo, se levantó tranquilamente y se acercó a Azrael.

—Oye, ¿quieres ver algo interesante?— lre preguntó

Azrael levantó la cabeza y la vio, pero no parecía nada extrañado por su presencia, es más, era el único que podía verla.

Y todo cambio de golpe, era el cielo, justo encima de una ciudad, una muy conocida por Jezabel, Tyrant, todo seguía como si nada, aún después de que no había pasado mucho tiempo desde que hubo el desastre del "Asedio del Eclipse" así que solo en las áreas afectadas alrededor del castillo, las cosas seguían en reconstrucción, pero habían algunas cosas que eran para decir.

—¿Es una broma?— preguntó Jezabel casi sin creerselo

—¿Está mal?

—¿Mal? ¿Que planeas haciendo esto?... no me digas…

—No, no, déjame explicar primero y después piensa lo que quieras, ¿bien?

No supo de dónde, pero hizo aparecer una pantalla electrónica en el cielo y lo que vió Jezabel ahí lo dejo aún más sin habla, miro a esa persona y no tenía ni como enojarse siquiera o sentirse con ganas de reír, eran sentimientos encontrados de ver a alguien tan ajeno a él, tener una meta por algo tan estúpido pero a su vez importante, sin importarle nada en absoluto y ahora teniendo el poder para hacerlo.

—Como quieras, pero que al menos sea interesante… cierto ¿por qué quieres mi permiso?

—Confio más en ti que en ellos… más cuando siento que algo muy cabrón está pasando en ese lugar

—Ya tengo algo para ellos, pero también tu deberías tener cuidado y un seguro

—Lo tengo, pero no puedo dártelo, todo se desmoronaría muy rápido, solo esperaré a ver qué pasa

—Cierto, buena idea

Y todo regresó a la playa, esa persona se acomodó en su lugar con más paletas a un lado y más tranquila.

Jezabel seguía en su posición, también pensando en el final, pero más que nada, en como empezaría todo y también como fue el preámbulo de esto.

—Lo que se tiene que hacer es fácil, el terminar es lo difícil— dijo y se levantó pero para solo quedarse a mirar a su alrededor

La noche llegó y todo estaba todavía algo animado, pero Jezabel a pesar de todo, no se había movido de su lugar, en todo el día solo se quedó quieto mirando el mar, incluso Silver y Carmilla trataron de moverlo, pero él no respondía, hasta esa noche.

—Ehn, hola chicos, yo… tengo un aviso, pero un aviso neutro, no malo ni tampoco tan bueno…— dijo Azrael algo dudoso en su voz, hasta él le sorpendio—, para que aprendan, no todos los grandes podemos hablar como un ser importante, menos cuando realmente no sabes lo que va a pasar

Casi nadie le entendía, pero había algunos que se daban una idea.

»Hay algunas frases que me encantan, hay una que dice "Si vas a hacer algo, lo que sea bueno o malo, hazlo de una manera en que todo mundo se pregunté, "¿Cómo?" — siguió hablando para calmarse— la otra que por alguna razón se ha quedado en mi mente es… "Algún día todo tendrá sentido. Así que por ahora, ríete en la confusión, sonríe ante las lágrimas y síguete recordando que todo pasa por una razón"...

Y se quedó en silencio por momentos.

»y últimamente lo he entendido, hay tantas cosas que he hecho, tantas cosas ajenas a mi que han pasado… que no se… el cambio de aires estuvo bien, y digo estuvo por qué no seré el único que cambie desde ahora como yo lo hice…

Se sento en el suelo.

»Tienen tanta suerte en saber esto más rápido que los demás… pero desde el día posiblemente después del festival, las cosas por todos lados van a estar súper movidas… en el sentido que tal vez, habrá guerra

Y todo mundo se sintió totalmente intimidado.

»Pero antes que estén de locos pensando que fue mi culpa… eso es lo jodido del asunto, no seré el primero en moverse, ustedes más que nadie, saben que nunca me movería si habría un motivo, una razón, no solo voy a hacer cosas estúpidas y sin sentido por qué si, por qué al final, siempre termina de una manera lógica, ¿cierto o no?

Los de primero miraron a tanto maestros como demás grupos y estos asintieron.

»No voy a cambiar algunas cosas solo por qué si y más cuando no es necesario… así que, desde este momento piensen que es lo que harán— dijo Azrael —, en toda guerra siempre hay bajas, siempre hay reclutamiento y más que nada, migración, no se que tiempo tome y ni que lugar sea Abbylion, si atacante o defensa, yo por mi parte y digamos que Jezabel también se moverá, pero como dije, al igual que yo, solo será si es necesario, es nuestra costumbre y la forma en la que lo haremos

—¿Y que pasará con la Academia?— preguntó el director

—Es cosa del Rey, como dije, no se que lugar tome Abbylion y también en la Academia, dependerá si decide aún dar clases o que todos aquí se vayan a sus casas, bien saben que yo solo tomé este puesto por mis vacaciones, soy solo el profesor del lugar, nada más, por eso dije y digo que tomen la decisión cuando empiece, han aprendido lo suficiente para sobrevivir más allá de lo necesario, por eso pedí traerlos, se que es algo cruel, pero es un ejemplo de algo que se me enseñó hace mucho tiempo

Suspiró y sonrió de una manera tranquila.

»Hay que tener un cielo entre el infierno que es la vida, no lo desaprovechen, tampoco estén tan de locos, eso es todo

Y los murmullos no se hicieron esperar. Cosas de entre ya veremos o no quisiera que eso pase, pero todo lo indicaba, incluso ese extraño discurso de Azrael que más que algo fuerte, sonó como si fuera una disculpa mal compuesta, hasta Ritsumary que igual ya sabía eso, no sabía que pensar, sentía que no era la única pues quienes conocían lo apenas suficiente al Rey Demonio sabían que no bromeaba y a su vez, parecía no saber cómo moverse a pesar de estar preparado.

Más las alarmas ya habían sido puestas, solo quedaba activarlas, además de un mar de incertidumbre por todo lo que pasaba, aún quedó la idea de cómo Arcaida se iba a mover o más bien, con qué país, pero como en cualquier guerra… todo era dejado hasta el último momento.

—¿Entonces ya podemos destruirlo?

—Si pueden si, pero tengo algo de dudas en cuanto me dijo que puede seguir aún con todo lo que pasó… parecía demasiado tranquilo y listo para un estilo defensivo absoluto— dijo Jezabel—... debe ser algo que ni yo o Neurust hemos sabido del Saints Row

—Que bien, más conocimiento— dijo el elfo oscuro con una penumbra de emoción en su mirada y ser

—Yo solo me alegro de que al fin podemos movernos libremente… bueno, con algo de precaución también— dijo la minotauro Rhondrew

—Vaya~~ entonces, será como mi señor desee

—Y otra cosa. Tomen

Les extendió cuatro sobres, eran tan simples como cualquier otra cosa.

—¿Y esto?— preguntó Kronwel

—Es para volverse loco, pero yo escribí esto, más no se que exactamente hay ahí

—Disculpe mi señor, ahora sí no logro entender— dijo Neurust al tomar el suyo

—Ni yo, la verdad, pero había otra nota a un lado claramente mía y escribí que tenía que entregárselos a ustedes enseguida y sin preguntas— dijo Jezabel —, pienso que es algo por una cosa que ví, algo tan serio que es totalmente confidencial para incluso mi persona, había más que decía que una vez leído eso, también se les borrará por el exterior lo que leyeron, pero en su alma quedará marcada la orden… ¿Tiene algún sentido?

—¡Dimelo tu!— grito Kronwel

—Entendido mi señor~~ — dijo Chronique y trato de salir

—¡Espera un momento¡

Kronwel la tomo de las alas y la regresó a su sitio.

»¿No crees que esto es extraño?

—¿Otra vez vuelves a dudar de nuestro señor? La otra vez te la pasé, está vez no será…— dijo la general minotauro

—!Solo piensa! !Esto podría incluso ser algo más allá de nosotros! Entiendo que tiene que ser así… solo… si soy sincero con ustedes, me da miedo el como termine esto

—Va a terminar mal, eso no hay que dudarlo— dijo Neurust

—Si, ¿pero a qué nivel? ¿Un trauma, algo normal, o algo que tenía que pasar?

Más Chronique suspiró fuertemente.

—¿Y que te importa? Es nuestra orden, es más es más, te la voy a dejar caer con todo— dijo el hada acercándose y desactivando su habilidad—, tu ya cumpliste lo que querías, es hora de pagar, a menos que quieras renunciar frente a todos ¿no crees?

Los otros dos estaban listos para matar a la primera provocación, incluso Chronique.

—Soy un dragón, se cumplir promesas, solo tengo dudas, más nunca dije que no iba a hacerlo— dijo Kronwel totalmente acorralado

— Más te vale — dijo Jezabel está vez sin dejárselo restregar

Y todos desaparecieron, más enseguida Chronique volvió pero está vez con toda la habilidad de marchitar a máximo poder.

—Lo mataré si veo una pizca de traición, aún si esa perra me destroza en el acto, lo mataré antes que ella siquiera mueva un dedo— dijo totalmente lejos de su personaje y frente a lo que vendría siendo el padre de Kronwel y su jefe

—Como quieras, a ver si puedes, lo digo por qué no es alguien tan fácil, no por otra cosa

—Gracias, mi señor

Y está vez se fue enserio, Jezabel solo se quedó dónde estaba.

—¿Y la señorita dice?

—...

Silver se fue de ahí. Más el Rey Demonio se quedó riendo un poco, sabía que Silver le tenía algo de respeto a Chronique tanto por lo que pasó con su madre, como lo reciente, así que hasta ella podría dudarlo en actuar al dejarla matar a Kronwel.

—¿Así es experimentar una novela turca?— se preguntó en voz alta

«Quién sabe» pensó instantes después

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