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—Mocoso, aún confías que alguien vendrá en tu ayuda—
Sobre el pico de una montaña, Guan Yu sostuvo su brazo ensangrentado con dificultad, su ropa estaba hecha pedazos, el número de cicatrices en su cuerpo solo había aumentado en número.
—Acaso eso importa...incluso si alguien viene en mi ayuda, que derecho tengo para proteger a mis seres queridos si no puedo ir en contra de mi destino—
Los ojos vacíos en su rostro recuperaron un poco su color, desde que pisó el abismo los enemigos no dejarían de venir.
A su alrededor cientos de sombras esperaban impacientes su turno, después de varios milenios un insensato cruzó la barrera que los contenía en su interior.
Como aquellos que fueron en contra de la secta de la luna, sus almas fueron atadas a la barrera de proteccion que mantenia oculta la secta, sin nada más que vacio y oscuridad, el silencio fue el castigo eterno al que fueron atados por ser arrogantes.
Dos garras filosas tomaron forma en el aire, su maestro, un gran felino escarlata, atacó a Guan Yu sin contenerse.
La criatura era veloz, en menos de un segundo avanzo cien metros e impacto el cuerpo de Guan Yu.
¡Pa!
Guan Yu fue enviado a volar contra una columna de piedra, sus manos aún temblaban por el impacto.
—¡Eso es todo lo que tienes!—
La espada de sangre estaba en su mano, fue en la quinta pelea que ella salió de su cuerpo.
—Si no tuvieras esa espada hace tiempo que serías uno más de nosotros— el felino atacó a Guan Yu tomándolo desprevenido.
—Aún no quitarás esa sonrisa estupida de tu rostro— una de las sombras salió de su escondite con una lanza en sus manos.
Su destreza con el arma era miles de veces superior a Guan Yu, con solo un salto el lo desarmó y atravesó su pecho.
—Oye, no es tu turno de jugar, aún es muy temprano para que muera— replico el felino, un juego, eso era el verdadero motivo de que Guan Yu no estuviera muerto.
Las sombras sabían del destino del joven, tarde o temprano la pérdida de sangre provocaría su muerte, después de eso tendrían tiempo suficiente para conocerlo mejor.
—Estas seguro de tus palabras— la mente de Guan Yu ya no estaba calmada, incluso si usaba toda su fuerza era imposible salir del cerco de miles de enemigos, solo un segundo bastaba para que uno de ellos atravesara su corazón, y con ello terminar su vida.
En su interior Guan Yu maldijo al anciano que lo envió por el túnel, el nivel de esta prueba estaba más allá de lo que un discípulo podía completar, si de algún modo el lograba escapar no dudaría en retar a un duelo al anciano para vengarse.
—¿Porque te quedas en silencio? ¿acaso ya te rompiste?— el felino se acercó a Guan Yu, aún si el joven era más débil que un niño pequeño no bajo la guardia.
¡Slash!
Un corte ascendente rozó el rostro del felino bípedo, el calor de la hoja de sangre quemó gran parte de su pelaje.
—¡Pequeño mocoso!— Guan Yu fue mandado a volar de una patada, el felino rápidamente apagó el fuego en su rostro.
Las risas no demoraron en salir detrás de las sombras, la mitad del pelaje en su rostro había desaparecido.
—Deja de jugar y arregla tu rostro— un monje reemplazo al felino, al quitarse el manto que cubría su cabeza un cuerno roto se elevó sobre su frente.
—¡Gerd!— Guan Yu se sorprendió del parecido que tenía el monje con Gerd, si no fuera por el color de su cuerpo juraría que eran la misma persona, incluso el tono de su voz era el mismo.
—Así que conoces a uno de mi raza— el monje no ataco a Guan Yu, caminando por el piso de la montaña movio su mano derecha sobre el aire.
Del suelo, miles de fragmentos cristalinos se elevaron en el aire, algunos salieron del cuerpo del felino sin saber en qué momento llegaron ahí.
—Parece que el nombre que mencionas ya esta muerto...que desgracia, si solo estuviera vivo no descansaría hasta eliminar a su asesino— delante del monje, la imagen de Gerd estaba sobre un charco de sangre.
—¡Imposible!— dijo Guan Yu sin medir el tono de su voz.
—¿Porque te enojas? ¿acaso este tal Gerd era tu amigo?— el monje eliminó la imagen en miles de fragmentos y se concentró en el rostro de Guan Yu, era raro encontrar a un amigo de la raza de los onis, para empezar Guan Yu no parecía ser un demonio normal.
Antes que Guan Yu contestara, el abismo comenzó a temblar, las sombras que aún no se mostraban se elevaron en el aire mirando fijamente la profunda oscuridad bajo la montaña.
—Escuchen compañeros— el monje se puso al lado de Guan Yu —Se que es egoísta de mi parte, pero me gustaría mantener con vida a este joven—
Un gran ciempiés extendió su cuerpo rodeando a Guan Yu, sus patas estaban preparadas cortarlo en pedazos —No esperaras que lo dejemos con vida, nadie en este abismo puede vivir sin que el guardián se despierte...si ha de morir sere yo quien tome su vida—
El guardián, una criatura que no conocía el dolor dormía al final abismo, criada por el primer maestro de la secta su fuerza estaba más allá de lo que alguna vez fueron.
Los temblores eran una advertencia de él, si un ser vivo se mantenía con vida cuando el se despertara, los espectros como ellos sufrirían las consecuencias siendo torturados por años dentro de su estomago.
—Puedes asesinarlo si quieres, también puedes escuchar mis palabras antes de que tomes una decisión— el monje saco una bolsa de cuero escondida bajo su ropa.
—Acaso estas pensando en lo que haces— el felino detuvo la mano del monje, dentro de la bolsa estaba el trabajo de miles de años que se esforzó en construir.
—No es necesario que me detengas, nuestra estadía en esta celda está más allá de terminar, si permiten mi egoísmo no tengo dudas en entregarles todo mi trabajo—
El abismo no dejó de temblar, las palabras del monje eran algo que los espectros nunca pensaron que sucedería, el trabajo en su bolsa de cuero podía recuperar gran parte de su fuerza, a cambio la propia existencia del monje se debilitaría al nivel de un niño, teniendo que esperar miles de años antes de recuperar su fuerza.
Guan Yu no podía entender porque el monje lo protegió, era cierto que la muerte de Gerd lo tomó por sorpresa, pero llamarlo amigo no era correcto, conocido seria más adecuado, aún así el estaba furioso, antes que la imagen desapareciera el pudo ver la silueta de Serena peleando contra dos demonios menores, en sus ojos solo podía encontrar lágrimas y un profundo vacío.
—Esta bien...permitiré que continúe con vida, pero si el guardián lo encuentra no dudaré en asesinarlo, espero que esa respuesta sea suficiente para ti— el cuerpo del ciempiés retrocedió, junto a él las sombras desaparecieron llevándose la bolsa del monje.
—Sigueme— la voz del monje se volvió más débil.
—Estas seguro de esto...sabes que te podría traicionar en este momento—
El monje no escuchó las palabras de Guan Yu, recorriendo el borde del abismo solo una imagen se mantuvo en su mente, la de su raza.
—A cuantos onis has visto a parte de mi— dijo el monje mientras quitaba una gran roca del suelo.
—Solo dos...uno de ellos era Gerd— Guan Yu no pudo observar el rostro sombrío del monje, este último encendió una lámpara extraña con la energía espiritual de su cuerpo y se sentó en una de las sillas al interior de la cueva.
—Ya veo...no pensé que mi raza estuviera en ese estado—
El monje comenzó a dibujar un mapa en uno de los pergaminos en el suelo, al mirar sobre ellos Guan Yu vio grandes formaciones de runas ordenadas perfectamente una al lado de otra.
—Si te preguntas porque te salve, quizás esta imagen te de una idea—
Delante de Guan Yu, el retrato de una familia de onis estaba bien preservado en uno de los pergaminos, sentado al lado de lo que parecía ser el monje cuando joven había una mujer tan bella como los espíritus del río, su piel blanca y su cabello rosado eran idénticos a los de Serena, solo su cuerpo estaba más desarrollado llegando a unos 30 años de edad.
—¿Quieres que la salve?—
Guan Yu miro al monje.
—No solo eso, quiero que salves a toda mi raza...—
El monje escupió un bocado de miasma, su fuerza era muy débil e incluso hablar podría dañar seriamente su existencia.
—Tu raza...aún si piensas muy bien de mi no creo tener esa fuerza— Guan Yu no le mentiría a quien arriesgo gran parte de el para que siguiera con vida.
—Tu mismo lo has dicho, solo has visto dos onis aparte de mi y uno de ellos ya esta muerto...—
—Quieres decir...—
—Así es, ella es la última sobreviviente de mi raza—
Guan Yu sintio el peso de su cuerpo aumentar miles de veces, en sus brazos 9 runas aparecieron quemando gran parte de su piel, el destino de una raza se había unido a lo más profundo de su alma.
La herida en su pecho aún no había sanado, la sangre aún salió en pequeñas cantidades detrás de las vendas improvisadas que usó.
—Bebé esto, te ayudará en el camino—
Un frasco con un líquido violeta estuvo delante de Guan Yu.
Cuando el liquido atravesó su garganta, una sensación reconfortante sacudió cada uno de sus músculos, poco a poco sus heridas fueron cerrándose y la energía en su cuerpo se volvió más fuerte.
—Este trago es una versión mejorada de la cola de escorpión— dijo Guan Yu.
El monje vomitó un bocado de miasma al escuchar el nombre que usó su descendiente para la medicina más poderosa de su raza.
—No uses ese nombre otra vez frente a mi—
Después de dos horas la tierra dejó de temblar, durante ese tiempo el monje dibujó 3 pergaminos con un mapa detallado en cada uno de ellos.
—Es mejor que te vayas pronto, si el guardián te encuentra todo mi esfuerzo será en vano—
Antes de partir, Guan Yu se giró hacia el anciano y pregunto —¿Porque tu raza llegó a este estado?—
El monje levantó la mirada al cielo, cientos de imágenes atravesaron sus ojos al recordar los errores que cometieron en el pasado, incluso con una segunda oportunidad el no podría cambiar su cruel destino, fue en ese momento que quizo conseguir ayuda de la secta de la luna, pero al final fue atrapado y encerrado en el abismo sin fin.
—Chico...si la salvas no dejes que otros la encuentren, si puedes cumplir mi deseo regresa en el futuro, en ese momento te contaré mi historia—
Las palabras del monje se grabaron en la mente de Guan Yu, un guerrero como él no pudo hacer nada contra el destino, ahora solo podía confiar en un humano como Guan Yu para evitar la desaparición de su raza.
...
—¿Cuanto tiempo me seguiras?—
Después de dejar la montaña, la presencia del felino escarlata se mantuvo a unos kilómetros de el.
—Aunque no lo creas no vengo por tu vida— el tigre se elevó en el aire y miro a Guan Yu desde el cielo —Sabes, el monje es mi único amigo y no me gustaría verlo engañado por un sucio humano como tu—
—No lo estoy engañando—
—Eso espero, es mejor que sigas avanzando, los que vienen detrás de mi no son tan racionales como yo...solo recuerda, si vuelves lleva una píldora del alma en tu bolsillo, con ella podrás escapar de esta jaula en solo un momento—
—Gracias—
—Vete ya...—
Dejando atrás al felino, una gran explosión se escuchó sobre la montaña, Guan Yu no podría regresar, con su fuerza actual solo buscaría la muerte al entrar al abismo de la secta de la luna.
Siguiendo el mapa creado por el monje, Guan Yu llegó al primer destino, una escalera sin fin.