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Entre las sombras

Kasaya: vestimenta tradicional usada por los monjes budistas

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"Tienda de dulces Okazaki"

Frente al gran edificio Tokugawa, una pequeña tienda artesanal de dulces tenía sus puertas abiertas, la tienda Okazaki fue el lugar de encuentro principal para los escolares y trabajadores cercanos, su infinidad de postres nuevos creo que a clientela habitual hiciera propaganda del lugar llegando a cientos cada día.

Esperando en la fila de más de 100 personas, Jin aprovecho de revisar internet en su teléfono móvil, no le importaba que pudiera pasarle al enviado de la familia Nagano, en una semana nada de eso importaría.

—Aún no ha respondido mi post…creo que debo buscar en otros sitios— entre los 7000 millones de habitantes, existía uno que Jin necesitaba encontrar con urgencia, si podía crear lazos con ella antes de que todo empiece, tendría una segunda capa de seguridad para evitar una muerte prematura.

Durante los años que Jin realizo su venganza contra el imperio Valiro, una de sus compañeras fue conocida como Deseo Nocturno, capaz de luchar como un igual junto a Jin en los primeros años, solo ella podría asesinar a diez caballeros valirianos a la vez.

—Si no me equivoco, ella todavía no ha abordado su vuelo hacia el medio oriente— Emily Miller, una soldado de las fuerzas especiales estadounidenses, conoció a Jin durante el segundo año después del fin, junto a miles de guerreros atacaron una base fronteriza del imperio Valiro diezmando a todos los enemigos en el periodo de un mes.

Durante ese tiempo, gracias a sus logros, el trato entre ellos mejoro hasta llegar a ser un dúo imparable por los siguientes años "Si tan solo ella lo hubiera detectado a tiempo".

Fue en el quinto año que ella murió tendida en una cama abrazando a Jin, su cuerpo no pudo aguantar el daño producido por el cáncer que se enraizó en su pecho, en ese tiempo aun Jin no había logrado desbloquear las funciones mas importantes del sistema, mirando como ella cerraba los ojos para no abrirlos más.

—Es su turno, no haga esperar a los demás— sacándolo de sus pensamientos, la voz severa de un hombre musculoso llego a sus oídos, era el dueño y creador de todos los postres especiales que vendían en la tienda. Jin nunca pudo entender, como esas manos tan ásperas eran capaces de crear una delicia capaz de agotar sus existencias todos los días.

—Papa, que te dije de molestar a los clientes— detrás de él, tapada por el cuerpo gigante de su padre, una joven con una sonrisa angelical y su cabello cubierto por un trozo de tela blanca atendió a Jin.

—Pero…no sabes cómo son en realidad estas criaturas— girándose hacia su hija continuo —dicen venir por mis deliciosos dulces, pero en verdad solo quieren poder llevarse a la más linda de mis creaciones…— antes de que pudiera continuar, ella le dio un golpe con un cucharon en sus manos y le señalo que se fuera hacia el mostrador.

—Perdón por eso, que deseas— añadió, arreglando los dulces a su alrededor, entre ellos unas bolitas multicolores resaltaron sobre todas las demás.

—7 anmitsu especiales y esos dangos multicolores— señalo, el aroma desprendido por los dangos provoco en Jin la necesidad de probarlos, llegando a imaginar que tan sabrosos serian al derretirse en su boca.

En el momento que iba a pagar por los dulces, la sensación de crisis invadió su mente, en un instante Jin desplego su aura buscando la fuente del peligro.

Szsch!

Con un leve sonido, una aguja voló en su dirección sin que las personas normales lo detectaran, mirando la trayectoria y el color cobrizo del veneno en su punta, si no detenía su avance esta penetraría la parte más sensible de su cuello.

Cuando la aguja estaba a solo una pulgada de distancia, el aura desplegada por Jin detecto una presencia hostil entre las personas de la fila, sin dar un segundo mas de tiempo a su agresor, Jin tomo la aguja entre sus dedos y se cubrió el cuello fingiendo estar herido por la aguja.

—Objetivo completado, me retirare a la ubicación designada— guardando un dispositivo electrónico en su bolsillo, un hombre común, llevando solo un par de bolsas en sus brazos se dirigió a la calle más cercana y se perdió entre la multitud de gente.

Después de mirar a todos lados, el hombre entro a una cabina de internet pagando el día completo.

—Estas seguro que ese joven asesino a 49, parece ser más débil que un ciudadano común— cuando el hombre se sentó, una de las paredes del compartimiento se abrió revelando un espacio mas grande, en el interior un monje sentado con sus piernas cruzadas lo esperaba.

—El fue quien asesino a nuestro hermano, no hay ningún error en mi información— sin abrir los ojos, el respondió a la pregunta del hombre volviendo a quedarse en silencio.

—Ahora es cosa de tiempo para que muera, no hay forma que una persona común pueda resistir el veneno creado por el maestro— desplegando una pantalla de rastreo en la mesa, el hombre encendió el rastreador que incrusto en la aguja, buscando saber el paradero actual de su objetivo.

Luego de unos minutos, el punto que indicaba la posición de Jin dejo de moverse por varios minutos —Ya está, ese maldito se encuentra muerto— grito, sin preocuparse de su entorno —Voy a confirmar su muerte, 25 llama a la base y avisa que regresaremos antes de lo previsto— sin esperar a que su compañero respondiera, el hombre se camuflo entre las sombras y desapareció del lugar.

Al siguiente momento, el hombre apareció sobre el edificio con una sonrisa en su rostro, como miembro de clan de asesinos Takeda, cada vez que tomaban la vida de sus objetivos, el maestro principal les daba la oportunidad de probar su fuerza, solo aquellos que superaran sus pruebas eran aptos para conocer los secretos más oscuros del clan.

—Ah, se me olvido esa cosa…va, no importa, total ese idiota ya esta muerto— solo con la ubicación estimada de Jin, numero 48, salto del edificio y apareció en la carretera sin que nadie notara su presencia.

—Si no me equivoco, el idiota debería estar por…— caminando por el estacionamiento subterráneo del edificio Tokugawa, 48 siguió paso a paso la ruta que se mantenía en su memoria, en ningún momento sintió nada extraño a su alrededor, para el Jin solo era una oportunidad para hablar con su maestro.

Cuando 48 llego al lugar, el sentido de alarma se encendió en él. Sin perder tiempo, saco una espada corta y la levanto a la altura de sus brazos.

—Es inútil que hagas eso— la voz grave de Jin se escucho en el lugar, mirando en todas direcciones, 48 no pudo ubicar la posición de Jin, sintiendo que había caído en una trampa, los latidos de su corazón se aceleraron.

"No debo hablar, 49 cayo en sus manos, no se que tipo de habilidad tenga este tipo, pero debo salir de aquí con vida" sin hacer ningún tipo de sonido, 48 trato de esconder su presencia bajo las sombras, no podía quedar atrapado en el juego de su objetivo.

—Sabes, si contestas a una de mis preguntas puedo prometerte que saldrás con vida de este lugar— sin cambiar el tono de su voz, la amenaza intrínseca de sus palabras provoco que 48 se sintiera humillado.

Olvidando su objetivo original, 48 salió a campo abierto y levanto la voz retando a Jin quien hasta el momento se mantenía escondido.

—Así que quieres pelear, no tengo problemas con eso, pero antes dime porque tenían de objetivo a la señorita Hasegawa— esta vez, las palabras de Jin fueron más frías que antes, sin controlarse el libero parte de su aura y amedrento a 48.

¡Bluagh!

—Maldito, que truco estas usando— arrodillado en el suelo, 48 vio como cientos de bestias mitológicas lo rodearon revelando sus fauces llenas de sangre, las mas osadas se acercaron a él y enterraron su dientes arrebatándole un gran trozo de carne.

—Ah!!! Maldito, deja de usar trucos baratos conmigo y enfréntame— 48 sabía que las bestias no eran reales, no era un novato en las técnicas de engaño, esto lo confirmo cuando toco una parte de su piel rasgada y no salió nada de sangre en sus manos.

—Oh, veo que pareces tener bastante experiencia peleando, me imagino que el asesino de esta mañana era tu amigo, eso lo hace mas interesante— por primera vez Jin salió de las sombras, en sus brazos una bolsa llena de dulces descansaba esperando ser entregado a las chicas.

Sin perder tiempo, 48 activo una trampa que puso en uno de los vehículos lanzando cientos de agujas en el aire llenas de veneno —cometiste un grave error al revelarte, ahora sufre las consecuencias— riéndose sin parar, aun con las bestias rasgando su carne, 48 sintió que la victoria estaba de su lado, el veneno en las agujas era diferente al usado por su maestro, estos eran de un efecto rápido, capaces de quitarle la vida a un elefante en un instante.

Antes que 48 pudiera terminar de reírse, Jin extendió su brazo derecho y levanto en el aire al asesino, no comprendió como ese tipo de gente era capaz de convertirse en asesino, para él, los asesinos originales deberían ser eficaces, silenciosos y por sobre todo, letales, distinto al tipo que tenia atrapado en sus manos.

—Parece que eres el mismo idiota que tu compañero, responde mi pregunta y podrás mantener tu vida, es una promesa— 48 al ser atrapado por Jin extendió su espada y trato de cortar su cuerpo, pero la fuerza detrás de su ataque fue ineficaz cuando Jin lo agarro restringiendo todos sus movimientos.

—D…e….j.— sintiendo que el aire se le estaba agotando, 48 trato de decir una palabra.

—Así que quieres hablar, eso es bueno— arrojando a 48 contra el suelo, Jin mantuvo la calma en su interior, el ruido que hizo el asesino debió alertar a la seguridad del edificio, solo era cuestión de tiempo para que mas personas llegaran al lugar.

—Porque te preocupas por esa perr…—

—Solo responde a mi pregunta, no hagas esto mas difícil— con una patada, Jin lanzo a 48 contra uno de los vehículos, provocando graves abolladuras en el —si vuelves a decir algo así de ella no me importa tomar tu vida en ese instante—

—Ja, así que te gusta…bueno, puedo entender por qué— dijo revelando una sonrisa lasciva —si tanto te interesa esa…— viendo como una de sus agujas estaba en los dedos de Jin apuntando hacia su cuerpo, 48 detuvo lo que iba a decir.

—Alguien paso una gran suma de dinero por ella— antes que Jin le quitara la vida a 48, un monje vestido con una kasaya roja apareció en la entrada del estacionamiento.

"Este tipo…" cuando Jin concentro su aura sobre el monje, no pudo sentir ningún tipo de amenaza proveniente de él, eso lo mantuvo mas alerta, estaba claro para Jin que el monje era aliado del asesino frente a él.

—No me importa quien seas, ahora que respondiste a mi pregunta puedes llevarte a tu amigo, no necesito saber más de ustedes— preparándose para retirarse, Jin no le importo lo que tenían que decir, ellos solo eran una herramienta, el verdadero enemigo debía encontrarse entre las personas del edificio.

—Te ves bastante mal 48, me pregunto que le dirás al maestro sobre tu falla— apoyando a 48 sobre su hombro, el monje se sintió aliviado de que no tuviera que pelear contra Jin, en ese día ya había perdido a uno de sus hermanos, no podía imaginar que pasaría si otro de ellos muriera el mismo día.

—Ese idiota usa los mismo trucos que numero 5, nunca pensé que un tipo como el se escondía en esta ciudad— al escuchar las palabras de su hermano, 25 pensó en lo que pasaría si sus hermanos mayores supieran que otro monstro como numero 5 estuviera suelto en las calles, aunque los números indicaban la fuerza que poseía cada uno, a partir del número 10 cada uno tenia una habilidad especial capaz de acabar con los 40 hermanos anteriores en solo un momento.

—No es bueno que hables de nuestro hermano de esa manera, no hay forma de que alguien pueda pelear contra el— al escuchar que mas personas llegaban al subterráneo, 25 cargo a 48 y desapareció del lugar.

"Ascensor, edificio Tokugawa"

Presionando el botón que llamaba al ascensor, Jin se sintió feliz y confundido a la vez, el conocía al monje que apareció en el subterráneo, después de 4 años de masacre en el nuevo mundo, el clan de asesinos Takeda se hizo un nombre entre la gente, numero 25, como era conocido el monje fue capaz de asesinar a más de 10.000 enemigos de la raza humana luego que su clan fuera masacrado en una emboscada a su base.

—Debo vigilar la seguridad de la señorita Hasegawa, si es el clan Takeda quien esta tras su vida, no se rendirán con solo una vez— bajando del ascensor en el piso 17, Jin calmo sus pensamientos, necesitaba mantener su fachada delante de los demás, no sabia que tipo de personas podrían estar escondidas entre las sombras.

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