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Nervios

Carla observó con insatisfacción como su hermano Noah deambulaba por la casa, los últimos meses su hermano había comenzado a comportarse de manera extraña, nunca había pasado algo como eso, ni si quiera en su etapa rebelde. La familia Moore tampoco podía hacer nada, hablaron con la prometida de su hermano, pero parecía que todo estaba bien entre ellos, su hermano no parecía estar en problemas tampoco, sin embargo, su comportamiento errático preocupaba bastante a Carla.

Para Carla lo más problemático no era que su hermano se comportara como un adolescente rebelde, para ella lo más importante era: ¡Nadie la acompañaba a ver películas! ¡Nadie cargaba sus cosas en las competiciones! ¡Nadie la llevaba de compras! ¡Era demasiado frustrante!

Observó su celular con nerviosismo, pensando en lo que acababa de hacer: hacía un par de días había contratado un detective para investigar a su hermano. Si Erick lo sabía probablemente la castigaría, pero era todo por el bien de Noah. Tampoco tenía esperanzas de encontrar algo, si su hermano mayor no había tomado cartas en el asunto significaba que era poco lo que ella podía hacer.

Mandó el asunto al fondo de su mente, se dirigió al gimnasio para hacer su rutina diaria pero lo único que encontró fue a Noah durmiendo en un tapete de yoga detrás de las pesas

- ¿Qué haces?

Preguntó confundida, Noah al escuchar una voz hablándole se puso de pie como si le hubiese caído un rayo

-Na… na… nada

Carla rodó los ojos al escuchar la voz temblorosa de su hermano tartamudear, antes se sentía un poco culpable pero ahora solo quería tomar su celular y enviarle al detective un bono para apresurar la investigación

- ¿Te estás escondiendo de Erick? - Preguntó Carla mientras comenzaba a calentar, Noah sonrió incómodamente dirigiéndose a la puerta sin la intención de responder- En unos días habrá un evento en la escuela ¿Quieres ir?

-Tengo algo que hacer ese día- Dijo Noah huyendo con la conciencia culpable- Dile a mamá que no voy a cenar en la casa

Carla observó frustrada como la figura de su hermano desaparecía detrás de la puerta, arrojando la mancuerna que sostenía, al suelo, enojada

-Ni si quiera dije que día era

Susurró sintiéndose herida. Por su parte Noah deambulaba por las habitaciones escondiéndose de la presencia humana, abrazando su celular con la esperanza de recibir noticias de su novia, cada 10 minutos enviaba un mensaje para ver cómo era leído y posteriormente ignorado.

Aunque sabía que había hecho mal todavía esperaba que Maya lo perdonara, había hecho todo por el bien de su relación y realmente no esperaba que las cosas salieran así, tal vez el par de boletos en su caja fuerte estaba destinado a ser inútil, pero al menos quería entregar los regalos que había preparado antes.

Los gemelos ajenos a los problemas de los Moore estaban felizmente comiendo comida china mientras miraban una película en la televisión, aunque la imagen era armoniosa un leve toque de nerviosismo se podía sentir en el aire: ese era la última noche que los gemelos estarían juntos.

El silencio armonioso fue interrumpido por una llamada del celular de Maya

-Es la tercera vez que llama desde que comenzó la película- notifico Saya mirando la pantalla lejos de Maya- también envió un mensaje

- ¿Qué dice?

La voz de Maya era estable pero sus manos se habían cerrado en un par de puños traicionando su estado de ánimo. Saya quien conocía mejor a su hermana que nadie solo podía suspirar en su corazón, se acercaba el celo de Maya, esa era la temporada en que más sensible se encontraba un omega, si bien su hermana no había sido marcada permanentemente, las repetidas marcas temporales además de los caóticos sentimientos de Maya hacían que sintiera la necesidad de buscar a Noah, pero con fuerza de voluntad se refrenaba

- ¿Quieres ver?

Maya le había pedido a Saya que se hiciera cargo del celular, si se quedara en sus manos no podría ignorar las llamadas, pero tampoco podía soportar bloquear el número de su novio, al menos el repetido tono de llamada le recordaba que no era la única con ese sentimiento que la ahogaba

-No

- ¿Es necesario que sufras tanto? - preguntó Saya acariciando la cabeza de su hermana- ¿No es algo que puedan resolver hablando? Tu celo se acerca, al menos podrías dejar que te marcara en ese momento

-No- Maya se veía indiferente pero los bordes de sus ojos se habían puesto ligeramente rojos- tiene que entender que no puede hacer esto, no necesito que me proteja, deberíamos afrontar los problemas juntos como una pareja, pero él prefiere mantenerme de lado, cuando nos casemos no puedo permitir que esto pase de nuevo

-Al menos deberíamos posponer tu viaje, es peligroso que viajes así

Saya abrazó a su hermana, él nunca había tenido un celo, pero había visto el primer celo de su hermana, parecía doloroso e incómodo, antes la presencia de Noah había servido para evitar esa desagradable experiencia, pero ahora que su hermana se negaba a ver a su novio solo podían confiar en los inhibidores

-Llevare los inhibidores, ¿No estabas ansioso por deshacerte de mí? ¿Qué pasa ahora?

-No quiero deshacerme de ti, solo me preocupa que de pronto entres en celo durante el vuelo ¿No sería problemático?

-Por esa preocupación tuya no he salido en un tiempo, ¿Ahora tampoco quieres que viaje? - Saya frunció el ceño, Maya al verlo así sintió que su estado de ánimo mejoraba- es broma, me iré mañana ¿Vas a enojarte ahora?

-No

Respondió Saya haciendo un puchero. Más tarde Maya ayudó a su hermano a empacar, después de que ella se fuera su hermano se mudaría a un lugar más pequeño y económico para ahorrar

-Deberías dormir ahora, aun tengo tiempo para hacer esto, me mudaré hasta dentro de dos días, tengo bastante tiempo

Saya mandó a dormir a su hermana, pero ella fingió que no lo escuchaba, empacando felizmente, intentando deshacerse de ese sentimiento de sofoco que la embargaba.

-Solo terminemos con esa caja ¿No está bien?

Maya no había terminado de hablar cuando ya se había movido hacia la caja que señalo con anterioridad

-Lo haré yo

Saya jaló la caja de las manos de Maya pero mientras lo hacía una pequeña figurilla de cerámica se resbaló cayendo al piso con un ruido sordo

-¿Esta bien?

Pregunto Maya dejando la caja en el suelo, Saya se había agachado para recoger la figurilla pero vio que la parte superior había salido volando

-Creo que esta rota

Los gemelos se acercaron pero solo vieron el interior hueco de la figura, en realidad parecía ser un contenedor, el borde era regular. Esa figurilla era algo que habían traído del pueblo, pertenecía originalmente a su abuela así que ambos lo apreciaron y lo guardaron sin atreverse a jugar con ello, por eso nunca habían descubierto el contenedor. Adentro había un par de collares y una trajeta navideña empolvada

-¿Qué es eso?

Pregunto Maya, Saya sacó ambos collares, eran de hilo pero había una figura de trébol tallada de madera como dije, la artesanía era tosca pero hizo que los ojos de los hermanos se enrojecieran, esa era la artesanía de su abuela, no podían equivocarse. Abrieron la tarjeta y los buenos deseos de su abuela escritos en una letra desordenada aparecieron ante Saya y Maya.

En ese entonces, cuando su abuela había enfermado repentinamente para después fallecer en calma mientras dormía había sido la víspera de navidad, esas fechas eran demasiado tristes para los hermanos desde entonces.

-Creo que la abuela estaría feliz de vernos ahora

Dijo Saya poniéndole uno de los collares a su hermana, ese regalo llegaba tarde, pero llegaba en un momento oportuno

-Estaría muy orgullosa, su nieta irá al extranjero para estudiar ¿Cómo podría no estarlo?

Contestó Maya sonriendo. El estado de ánimo ansioso que se había cernido imperceptiblemente sobre los gemelos desapareció. Ambos charlaron sobre los viejos tiempos hasta dormirse.

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